Hemos adaptado
la metodología de Pollard, consistente en transectos fijos que
se repiten con frecuencia semanal durante el período de actividad
de la especie a estudiar. Estos transectos dan una medida de abundancia
relativa a partir de la cuál se obtienen unos índices
que permiten comparar las distintas localidades muestreadas.
Algo muy
importante es asegurarse de que se está muestreando la especie
adecuada. En ciertas zonas, Pseudolucanus barbarossa, un
lucánido de tamaño similar a L. cervus puede confundirse
con éste. Hay muy pocos datos sobre su biología, pero
parece que también vuela al atardecer. Por eso convendría
examinar cada cierto tiempo individuos en el lugar del seguimiento,
para cerciorarse de que no hay ningún P. barbarossa...
o al menos averiguar si pueden ser una parte significativa de lo que
se está contando. Examina el cartel en el que se exponen las
principales diferencias entre L. cervus y P. barbarossa.
1. Período
de muestreo
Con los datos disponibles, el período de actividad de L. cervus
comprende los meses de julio y agosto. Las variaciones entre años
hacen recomendable comenzar los muestreos a comienzos o mediados de
junio y finalizarlos a mediados de septiembre, para cubrir en lo posible
todo el período activo de la especie. Esto es importante para
la obtención del índice anual de abundancia en cada localidad
y viene a suponer unas 12 semanas de trabajo (un día por semana).
2. Lugar
de muestreo
Aunque lo ideal sería disponer de gente suficiente para cubrir
un rango geográfico, altitudinal y de hábitats amplio,
las limitaciones logísticas solamente permiten elegir con cierta
libertad el hábitat a muestrear. El sitio elegido debería
permitir ver a los individuos volar contra el cielo, que es la forma
más fácil de detección. En bosque cerrado son muy
difíciles de ver a menos que se trate de un claro. Si se dispone
de tiempo pueden elegirse varios lugares de características contrastadas.
3. Hora de
muestreo
El muestreo debe hacerse al atardecer que es cuando Lucanus cervus
vuela. La hora apropiada variará con el mes, a medida que crecen
o se acortan los días. Debe elegirse el momento en que la luz
comienza a faltar pero aún no es noche cerrada. La experiencia
acumulada hasta ahora es que a comienzos de julio el óptimo es
entre las 22:10 y las 22:30. Antes la actividad no es completa y más
tarde ya es difícil verlos. Como truco práctico puede
uno guiarse por el momento en que comienzan a volar los murciélagos,
y esperar 5 a 10 minutos más.
No será posible, por lo general, muestrear más de un lugar
por día.
4. Procedimiento
En el lugar elegido se mide un recorrido de 100 m. Esta longitud se
recorre en 10 minutos del siguiente modo. Se avanzan 10 m (unos 10 u
11 pasos) y luego se vigila el trecho caminado durante 1 minuto (en
realidad unos segundos menos, por el tiempo que se tarda en recorrerlo)
anotando todos los individuos de L. cervus en una banda de unos
10 m a cada lado del tramo. Se repite el proceso hasta completar los
100 m (10 tramos; 1 minuto por tramo). Hay que tener cuidado para no
contar los mismos individuos 2 veces. En general, uno debe fijarse solamente
en los 10 m recién avanzados y estar atento a individuos muy
móviles que se desplacen mucho. No obstante, cuando la abundancia
es muy alta a veces no es fácil saber cuáles se han contado
y cuáles no. En ese caso se divide el recorrido en 4 partes de
25 m y se vigila cada una 2,5 minutos (el esfuerzo de muestreo permanece
constante: 100 m y 10 minutos). Así disminuye el riesgo de que
individuos de un tramo vuelen hasta el siguiente. ¿Cómo
se sabe, antes de empezar, si la abundancia es alta? Bien porque la
actividad de los bichos es muy notoria cuando se llega al punto de muestreo
o bien en pleno muestreo (en ese caso se rectifica sobre la marcha comenzándolo
de nuevo o, si uno se percata en los primeros 10 m, avanzando otros
15 y aumentando el tiempo de observación a 2,5 mimutos). El proceso
requiere algo de práctica y se realiza mejor entre dos personas:
una anota y la otra controla el cronómetro.
5. Otros
aspectos del muestreo
Más abajo se incluye una hoja tipo en que figuran todos los datos
que deben tomarse en los muestreos: nº y nombre de los colaboradores,
el lugar, fecha y hora de comienzo del recorrido, así como los
rasgos generales del lugar de muestreo (y sus alteraciones en fechas
o años sucesivos). Es importante llevar un termómetro
para registrar la Tª al final de cada recorrido; la actividad de
L. cervus puede depender del frío que haga. Si se sospecha
una actividad anormalmente baja por cualquier causa (mal tiempo, p.
ej.) debería repetirse el muestreo otro día más
favorable de esa misma semana.
6. Indice
anual de abundancia
En principio se emplea el mismo que Pollard. Éste utiliza como
índice anual de abundancia de una especie en una localidad la
suma total de individuos observados en los muestreos de esa localidad.
Por eso es importante muestrear en el momento justo del día y
durante todo el período anual de actividad de la especie.
7. Dedicación
Esta actividad ha de seguirse, en los mismos puntos, varios años
para tener datos fiables y ser de alguna utilidad. Puede ser una labor
pesada y por tanto requiere un compromiso. Lo menos trabajoso es elegir
un lugar y realizar un recorrido a la semana. O pueden tomarse dos recorridos,
en hábitats contrastados, en ese lugar. Hacer más recorridos
por localidad o vigilar varias localidades exige dedicar más
días por semana y solamente debe hacerse si se considera posible.
8. Contactos
Para cualquier inconveniente, consulta, comentario o mejora que se os
ocurra sobre el método expuesto podeis escribir a:
Grupo de Trabajo sobre Lucanidae Ibéricos
Aptdo. Correos 385
33400 Avilés (Asturias)
mmendez@escet.urjc.es