Las medidas de restauración del hábitat deben llevar asociadas criterios y protocolos que permitan evaluar su éxito o fracaso. Sólo de este modo se podrá aprender de la gestión realizada y, si es preciso, modificarla para hacerla más eficaz.

Evaluar el éxito de una pirámide para insectos saproxílicos no es sencillo, pues a corto plazo puede no observarse ninguna colonización apreciable del recurso suministrado.La rapidez de la colonización dependerá no sólo de la presencia de los insectos adecuados sino de que la madera empleada esté en un estado adecuado de pudrición que sea adecuado para alojar a esos insectos. Si se ha utilizado madera de podas cortada recientemente puede tardar varios años hasta que se pudra y constituya un buen hábitat para el Ciervo Volante u otros saproxílicos. Además, los insectos colonizadores no son fácilmente visibles ni cuantificables. Existen tres posibilidades para averiguar si la pirámide ha tenido éxito, es decir, si ha sido colonizada por una comunidad variada de insectos saproxílicos y/o si ha sido colonizada por alguna especie concreta de interés.

(1) Uso de trampas ventana.- Las trampas ventana son métodos de muestreo habituales en entomología forestal. Se pueden disponer una o varias trampas ventana adyacentes a la pirámide y examinar las capturas que se producen. Esta evaluación debe hacerse en verano, durante el periodo de vuelo de los adultos. Este sistema tiene la ventaja de que puede emplearse de modo inmediato tras la construcción de la pirámide. Los inconvenientes son: (a) no mide realmente el uso pues las capturas pueden ser de insectos atraidos a la pirámide, y no criados en su interior, y dicha atracción no implica necesariamente uso efectivo de la pirámide; (b) el método es destructivo, pues requiere la muerte de los insectos capturados, y además no es adecuado para todos los tipos de insectos saproxílicos (por ejemplo, es probable que la eficiencia de captura del Ciervo Volante sea muy baja o nula).

(2) Uso de trampas de emergencia.- Las trampas de emergencia también son métodos de muestreo habituales en entomología forestal. Para su uso se requiere cubrir por completo o parcialmente la pirámide durante unos 7-15 días y examinar los insectos emergidos en ese periodo. Por tanto, la evaluación debe hacerse en el verano, momento de emergencia de los adultos. En función del grado de descomposición inicial de la madera utilizada para construir la pirámide tendrá que esperarse uno o varios años antes de esta prueba. La ventaja de este método es que mide realmente el uso de la pirámide. Además no requiere la muerte de los animales. El inconveniente es que es un sistema muy aparatoso y que, en función de dónde se haya construido la pirámide, puede ser fácilmente vandalizado.

(3) Muestreo directo.- Se trata de excavar directamente, a mano o con una azadilla, parte de la pirámide para recoger las larvas o adultos que aparezcan. Este método puede usarse en cualquier momento del año y mide el uso real de la pirámide. El inconveniente es que es destructivo; su uso reiterado acabará con la propia pirámide. Si se utiliza, por tanto, debería preverse algún modo de compensación, como la adición de nuevo material tras el muestreo. Otro inconveniente es que no permite examinar todos los recovecos de la pirámide, con lo cual especies de interés pueden pasar inadvertidas a pesar de estar presentes. Una variante menos destructiva es la utilizada en la región de Weluve (Holanda).