Fermín Martín Piera:
la personalidad y la obra científica de un entomólogo

 

    El pasado 19 de Julio, pocos días después de cumplir 47 años, falleció el Dr. Fermín Martín Piera. Fermín era Científico Titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, trabajando primero dentro del antiguo departamento de Entomología y, después, en el que se denominó departamento de Biodiversidad y Biología Evolutiva del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid. Su repentina muerte ha dejado un vacío entre sus familiares y amigos, pero también ha truncado una prometedora carrera científica que, sin ninguna duda, se encontraba muy lejos de proporcionar sus mejores frutos.

    Fermín Martín Piera nació en Madrid el 7 de julio de 1954 y estudió Ciencias Biológicas en la Universidad Complutense de Madrid, en donde se licenció en 1976. Dos años antes, comenzó a frecuentar el antiguo Instituto Español de Entomología y en 1977 recibió su primera beca predoctoral para iniciar la tesis doctoral que finalizaría cinco años después. En esa tesis, dirigida por el Profesor Salvador V. Peris y titulada Los Scarabaeinae (Coleoptera, Scarabaeoidea) de la Península Ibérica e islas Baleares, Fermín se familiarizó con la sistemática y la biogeografía de los Escarabeidos coprófagos, el grupo en el que, principalmente, se centraría su investigación en el futuro. Durante esta dura etapa de formación, Fermín se dedicó también a la enseñanza de las Ciencias Naturales y realizó sus primeras estancias en el extranjero, estancias que serían fundamentales para consolidar el objetivo prioritario de su investigación durante los siguientes años. En 1980 obtuvo una beca de intercambio para trabajar en el Instituto de Zoología Sistemática de la Universidad de Torino bajo la tutela de profesor Mario Zunino. A ese primer contacto siguieron otros efectuados en 1982 y 1985, afianzándose una relación científica y personal que se mantuvo hasta el final de sus días. Por fin, a principios de 1987 obtuvo una plaza de Colaborador Científico del CSIC y pudo dedicarse a desarrollar con mayor tranquilidad los asuntos que hasta entonces habían concentrado su atención científica.

    Estimulado, sin duda, por la monografía de Luis Báguena Corella publicada en 1967 sobre los Scarabaeoidea de la Fauna Ibero-Balear y Pirenaica y, sobre todo, por la obra Coléoptères Scarabaeoidea de l'Europe Occidentale, publicada en 1977 por Jacques Baraud, Fermín Martín Piera inició su carrera científica en los años ochenta, prácticamente coincidiendo con la finalización y lectura en 1982 de su tesis doctoral. La labor realizada en esa tesis se concretó en diversas publicaciones que aparecieron durante la década de los ochenta, en las que, básicamente, estudió la taxonomía, composición y origen biogeográfico de la fauna ibérica de Onthophagini (Coleoptera, Scarabaeidae), describiendo la corología y autoecología de estas especies. Con una enfoque ambicioso y utilizando caracteres difícilmente sujetos a procesos de convergencia adaptativa, sus primeros trabajos trataron de reconocer, a partir de las homologías genitales, diversas líneas filogenéticas de carácter monofilético dentro del género Onthophagus. A dichas líneas se las atribuyó la categoría taxonómica de subgéneros o grupos de especies. Fermín publicó la mayoría de estos trabajos conjuntamente con el profesor Mario Zunino, gran amigo y colega con el cual mantuvo un estrecho contacto desde la primera estancia de Fermín Martín Piera en el Instituto de Zoología Sistemática de la Universidad de Torino en 1980. Así, desde 1983 a 1986 estos autores definieron ocho linajes monofiléticos entre los Onthophagus paleárticos, estudiando su distribución y proponiendo escenarios verosímiles acerca de su evolución, origen y vías de penetración en el Mediterráneo occidental. Estos trabajos tuvieron el mérito de proponer una visión moderna de las clasificaciones taxonómicas, en las que éstas se denominaban de acuerdo a las relaciones genealógicas previamente establecidas, algo que, desgraciadamente y por diversas circunstancias, todavía no es el procedimiento habitual. Las categorías subgenéricas establecidas en estos primeros trabajos han sido ampliamente aceptadas por los taxónomos dedicados a los escarabeidos y las propuestas realizadas siguen plenamente vigentes y parecen bien fundamentadas. Un reciente análisis filogenético todavía no publicado, basado en datos moleculares y en el que participó el mismo Fermín, corrobora la validez general del esquema genealógico propuesto hace casi veinte años.

    Durante este periodo de inquietud por la Sistemática, Fermín Martín Piera publicó 23 artículos científicos relativos a esta temática en diversas revistas, principalmente españolas, italianas o francesas, describiendo, además, tres nuevas especies para la ciencia: Onthophagus (Palaeonthophagus) zuninoi, Onthophagus (Parentius) kabakovi y Onthophagus (Palaeonthophagus) rachelis, que dedicó a su colega el profesor Mario Zunino, al entomólogo ruso O. N. Kabakov y a su esposa, Raquel Cano, respectivamente.

    Entre sus trabajos de esta época merece destacar su excelente revisión taxonómica sobre los Chironitis paleárticos publicada en 1987, en la que estudió las relaciones filogenéticas y el escenario espacial y temporal en el probablemente se produjo la evolución de estas especies. Como consecuencia de los resultados de este trabajo, Fermín se enfrentó a un dilema. Si la clasificación y la nomenclatura deben reflejar los eventos filogenéticos, las evidencias sugerían que algunas de las especies de Chironitis descritas eran una mera variación fenotípica de una especie polimorfa y, por tanto, debían de considerarse como subespecies. Esta propuesta no fue bien considerada y Fermín, sólo recientemente, decidió adoptar formalmente este criterio (Martín Piera, 2000).

    Tras esta primera etapa dedicada a los estudios sistemáticos, iniciada con la lectura de su tesis doctoral en 1982 y finalizada con la obtención de una plaza de Colaborador Científico en el Museo Nacional de Ciencias Naturales en 1987, Fermín Martín Piera comenzó un periodo de mayor estabilidad profesional, caracterizado por la diversificación de sus inclinaciones científicas y por la ampliación de su interés taxonómico hacia los Trogidae o los Melolonthidae. Hasta la primera mitad de los años noventa dirigió la tesis doctoral de uno de nosotros (Jorge Miguel Lobo), sobre Biogeografía y Ecología de los coleópteros coprófagos en los pastizales alpinos del Macizo Central de Gredos (1992) y la de Milagros Coca Abia, sobre Taxonomía, Filogenia y Biogeografía del género Rhizotrogus en el Mediterráneo Occidental (1995). Fueron momentos de inquietud intelectual, de lectura y discusión, que le incitaron a participar en numerosos trabajos sobre asuntos de muy variada índole (metodológicos, faunísticos, morfológicos, etológicos, ecológicos, biogeográficos y de síntesis o revisión), casi siempre publicados conjuntamente con sus doctorandos o con otros investigadores como Jesús Romero Samper, Carlos Veiga o Miguel Angel Morón. Le seduce, durante esa época, tratar de estimar la contribución diferencial de los factores históricos y ecológicos en la conformación de los conjuntos de especies que observamos, conocer la preferencia trófica de las distintas especies de Scarabaeoidea coprófagas pero, sobre todo, mejorar el nivel de conocimiento faunístico de estas especies en la Península Ibérica. Se realizan así intensos trabajos de campo en las Islas Baleares, Portugal, Galicia, Pirineos, Castilla La Mancha o Andalucía y se comienza la elaboración de un exhaustivo banco de datos (BANDASCA, BANco de Datos de SCArabaeidae) como un proyecto a largo plazo, que debería permitir sobrepasar el nivel del conocimiento faunístico y biogeográfico existente.
A partir de la segunda mitad de los años noventa los conocimientos se consolidan y los proyectos de trabajo se hacen cada vez más ambiciosos. Dirige una tercera tesis doctoral, la de Isabel Sanmartín (La Evolución de los Pachydeminae Paleárticos, 1988), realiza trabajos de campo en Colombia y Panamá y publica una treintena de artículos en influyentes revistas como Canadian Entomologist, Acta Oecologica, Annals of the Entomological Society of America, Biodiversity and Conservation, Conservation Biology o el Journal of Insect Conservation. Aunque no abandona sus trabajos taxonómicos y biogeográficos, su interés científico termina por centrarse en la diversidad biológica. Se interesa por los métodos capaces de predecir o facilitar el conocimiento acerca de la distribución de los atributos relacionados con la biodiversidad, por la utilización de información filogenética en la selección de los lugares con mayor diversidad biológica y es un defensor a ultranza de utilizar la información entomológica para este propósito.

    En el año anterior al de su fallecimiento, Fermín publicó dos obras que definen bien a las claras su trayectoria científica y sus pretensiones futuras. Por una parte, apareció la monografía sobre los Scarabaeoidea I publicada, conjuntamente con José Ignacio López-Colón, por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas dentro de la serie Fauna Ibérica. Esta sugerente obra resume tiene como característica más sobresaliente su enfoque exhaustivo pero didáctico, resumiendo la información taxonómica, filogenética, biogeográfica y ecológica disponible sobre diversas familias de Scarabaeoidea ibéricas. En el año 2000 Fermín también editó, junto a Juan José Morrone y Antonio Melic, el volumen que con el título de Hacia un proyecto CYTED para el inventario y estimación de la diversidad entomológica en Iberoamérica: PrIBES 2000, pretendía sentar las bases de lo que debería ser una propuesta de trabajo a largo plazo, decidida a paliar las carencias acerca del conocimiento de la distribución de la diversidad entomológica en América latina.

    La obra científica de Fermín servirá a varias generaciones de entomólogos dedicados a la taxonomía, pero también a aquellos que estén interesados en describir los patrones de variación de la diversidad biológica y en desenmascarar los procesos que la han generado. Fermín era inquieto y quiso siempre, sin prisas pero sin pausas, explorar nuevos horizontes científicos. Estamos convencidos que su fallecimiento ha truncado fulminantemente el periodo de mayor madurez científica y personal de su vida, cuando su inquietud intelectual y su capacidad para liderar proyectos ambiciosos auguraban un futuro más prometedor. A los que le conocimos personalmente nos quedará de él su ejemplo por trascender el campo de investigación que nuestro trabajo cotidiano nos impone pero, además, nos quedará el recuerdo de los días que convivimos juntos. Los momentos de risas y bromas a los que era tan aficionado y ese gusto por la ironía con la que se distanciaba de esos asuntos tan trascendentes a los que somos aficionados los científicos.

 

Jorge M. Lobo
Departamento de Biodiversidad y Biología Evolutiva,
Museo Nacional de Ciencias Naturales.
c/ José Gutiérrez Abascal, 2. 28006. Madrid, España.
mcnj117@mncn.csic.es 


José Ignacio López-Colón
Plaza de Madrid, 2, 1ºD;
E-28529 Rivas-Vaciamadrid, Madrid, España

 

Página creada en octubre de 2001
Última actualización: domingo, 21 de octubre de 2001


 

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