Discusión


- Los límites entre I. hispanicum e I. ghilianii / Artículo de M.Tomé
- I. perezi  ( C. Gonzalez, 16.10.01)
- Diferencias entre Iberodorcadion ghilianii e Iberodorcadion hispanicum  ( J.M. Hernandez, 6.11.01)
- Reflexiones sobre I.perezi ssp. ghilianii   ( P.Bahillo,13.11.01)
- ¿Hay formas intermedias entre I.ghilianii e I. hispanicum?   ( M. Tomé, 15.11.01)
- Reflexiones sobre I.perezi ghilianii  ( J.M.Hernandez, 20.11.01)
- Avanzando con los límites entre I. ghilianii e I. hispanicum   ( M. Tomé, 27.11.01)
 


 
 

    in  Archivos de IDORCADION@LISTSERV.REDIRIS.ES
    dirección Internet  http://listserv.rediris.es/idorcadion.html


 
 


   I. perezi  (C.Gonzalez, IDORCADION 16.10.2001)

En cuanto al tema del Iberodorcadion perezi los estudios de José Mª Hernández y su propuesta de sinonimia me parecen concluyentes a la luz de los conocimientos actuales (morfológicos, anatomía de la genitalia masculina y femenina, estructura del corion, etc. etc.).

La propuesta de sinonimia de hispanicum, ghiliani, ortunoi y perezi creo que está perfectamente fundamentada y es este autor quien hoy por hoy conoce mejor la especie I. perezi. Nuevas propuestas en este tema sin factores novedosos en cuanto a la diferenciación de especies creo que no conducen a ningun sitio y por lo tanto en este moento en este asunto la discursión no tiene objeto.

Saludos a todos César González
 



Diferencias entre Iberodorcadion ghilianii e Iberodorcadion hispanicum
               ( J.M. Hernandez, IDORCADION 6.11.01)

Vamos a ver,

Lo que se desprende de los comentarios que el autor realiza sobre los ejemplares que aparecen en las fotos es que no se encuentran caracteres válidos para distinguir dos taxones específicos entre el material estudiado. Muestra de ello es la imposibilidad de asignar determinados ejemplares a uno u otro taxón, como se indica en las siguientes citas del texto de Mario:

Ejemplar nº2 : Dificultades de determinación (confluencia de criteros). Probablemente I. hispanicum Ejemplar nº3 : Dificultades de determinación (confluencia de criteros). Probablemente I. ghilianii Ejemplar nº6 : Dificultades de determinación (confluencia de criteros). Probablemente I. ghilianii Ejemplar nº1: Dificultades de determinación (confluencia de criteros). Probablemente I. ghilianii Ejemplar nº3: Dificultades de determinación (confluencia de criteros). Probablemente I. hispanicum "

o en el texto que comenta una tabla de caracteres morfológicos:

"Convendría entender estos rasgos morfológicos no tanto como estáticos si no como tendencias dentro de un proceso de diferenciación / evolución. Por otra parte, podemos encontrar individuos en los que estos caracteres aparecen poco marcados como sucede cuando la pubescencia disminuye"

Según mi opinión, esta imposibilidad de diferenciar ejemplares únicamente demuestra que:

1. Los caracteres que estamos utilizando no son válidos, o bien 2. Los supuestos taxones que queremos separar no tienen identidad.

Ni el que las etiquetas sean imprecisas, ni el que convivan o dejen de convivir en la misma población cambia este hecho. La necesidad de conocer la localidad para poder identificar un ejemplar, es una muestra de que nuestros criterios taxonómicos están equivocados.

Como señala el propio autor, los caracteres utilizados varían entre individuos, poblaciones y sexos, de tal manera que simplemente no son válidos. Seamos serios, "Dificultades de determinación (confluencia de criteros). Probablemente I. ghilianii" no es una "propuesta de determinación" en absoluto, sino una constancia de que no estamos utilizando los caracteres adecuados.

Por eso decía que, o buscamos otros caracteres o concluimos que los taxones no pueden separarse. Mi opinión coincide con la segunda afirmación, es decir, los taxones considerados son simples subespecies de una especie polimorfa, con formas intermedias y límites geográficos poco claros -dentro del valor que podemos otorgar a una subespecie-.

Con respecto a las conclusiones del estudio, señaladas bajo el epígrafe "CONCLUSIONES, INTERROGANTES E INVITACION A LA DISCUSIÓN", me gustaría comentar lo siguiente:

- Para que haya una diferenciación morfológica no es necesario que exista una cadena montañosa separando dos poblaciones. En especies con una movilidad muy limitada (como las que nos ocupan), la simple separación de poblaciones por unas decenas de metros puede hacer disminuir considerablemente (no necesariamente detener) el flujo génico entre ambas.

- No entiendo por qué se presenta la no coexistencia de las "formas" o "subespecies" de I.hispanicum e I.ghilianii en la misma población como un argumento para su identidad específica. Muy al contrario, cuando dos formas definidas se encuentran cohabitando sin que se produzcan híbridos es cuando podemos estar casi seguros de encontrarnos ante especies diferentes (y solo casi seguros, ya que podrían ser formas alélicas sin mayor importancia, como ocurre con los fenotipos carentes de tomento).

- El siguiente punto quizá sea un poco más personal, pero es que vierte ciertas incorrecciones sobre mi trabajo que me veo obligado a puntualizar. En mi artículo del 2000 se ofrecen los resultados del análisis multivariante a partir de caracteres genitales, pero como se indica en las conclusiones, la propuesta de sinonimia se basa en estudios sobre morfología preimaginal, fenotipo externo y caracteres etológicos, con resultados publicados y que se reseñan en la bibliografía de la publicación mencionada:

CARACTERES PREIMAGINALES:

HERNANDEZ, J.M. (1990). "Descripción del huevo de las especies del género IberodorcadionBreuning, 1943 endémicas de la Sierra de Guadarrama (España).(Coleoptera, Cerambycidae, Lamiinae)". Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat.(Secc.Biol.)86(1-4):161-179.

HERNANDEZ, J.M. (1997) “Descripción de la larva y la pupa en tres especies de Iberodorcadion Breuning, 1943 (Coleoptera, Cerambycidae, Lamiinae)”. Orsis,12:71-87.

MORFOLOGÍA EXTERNA:

HERNANDEZ, J.M. (1996). “ Variabilidad fenotípica en Iberodorcadion(Hispanodorcadion)ghilianii (Chevrolat, 1862) (Coleoptera, Cerambycidae,Lamiinae)”.Munibe .48:85-106.

HERNANDEZ, J.M. (1997). “ Variabilidad fenotípica en Iberodorcadion(Hispanodorcadion)hispanicum (Mulsant, 1851) (Coleoptera, Cerambycidae,Lamiinae)”. Zool.Baetica. 8:65-83.

HERNÁNDEZ, J.M. (1997). “Variabilidad fenotípica inter e intraespecífica en cuatro especies de Iberodorcadion Breuning, 1943 (Coleoptera,Cerambycidae, Lamiinae) de la Sierra de Guadarrama (Madrid, España).Misc. Zool. 20(2):93-100.

CARACTERES ETOLÓGICOS:

FABBRI, R.A. & HERNANDEZ, J.M. (1996) Il ciclo biologico di DorcadionDalman, 1817 della Romagna a confronto con quello di altri DorcadioniniThomson, 1860 spagnoli de asiatici (Insecta, Coleoptera, Cerambycidae).Quad.Studi Nat. Romagna.

HERNÁNDEZ, J.M. (1997). “Observaciones sobre el comportamiento de algunos Iberodorcadion del Sistema Central español”. Zapateri, Rev. Arag. Entomol. 7:231-244

HERNÁNDEZ, J.M.; GARCÍA, D. & GAMARRA, P. (1997). “Comunicación acústica en algunas especies de Iberodorcadion Breuning,1943 (Coleoptera, Cerambycidae, Lamiinae)”. Elytron, 11:51-62

Las poblaciones sobre las que se han realizado los estudios pueden consultarse en las publicaciones mencionadas.

- Que es necesario contrastar todo tipo de caracteres, incluyendo filogenia molecular, es una afirmación con la que estoy totalmente de acuerdo. Ese es el criterio que he utilizado en mi propuesta de sinonimia.

- Con respecto a la propuesta de aportaciones para las "unidades de análisis" I.hispanicum e I.ghilianii que amablemente hace Mario, mi propuesta consiste en reunir bajo una sola "unidad de análisis" los taxones I.hispanicum, I.ghilianii, I.perezi e I.ortunoi, ya que todas estas comunicaciones demuestran que no tiene sentido realizar consideraciones de las que se desprendan comclusiones taxonómicas por separado.

- Tomo en consideración el espacio que, con mucho trabajo, nos ofrece Mario Tomé para discutir sobre estos temas y agradezco sus esfuerzos. Tómese esta aportación, tal y como decía al principio, como una aceptación de su invitación a la participación. No obstante, la discusión siempre debe fundamentarse sobre datos y experimentación. Si los caracteres tradicionales resultan inválidos para definir taxones, o se aportan nuevos caracteres que apoyen una propuesta taxonómica o, como muy bien decía nuestro colega César González, seguiremos discutiendo sin llegar a ningún sitio.


Reflexiones sobre I.perezi ssp. ghilianii   (P.Bahillo, IDORCADION 13.11.01)
 

Quizás empujado por la llegada de varios correos tratando la problemática
referente a las poblaciones de Iberodorcadion (Hispanodorcadion) perezi ssp.

ghilianii que han circulado en estos últimos días por este foro, me animo a
verter en él mis opiniones que, son más generales que centradas en el caso
antes mencionado. Por si aportan alguna luz ahí van.

Me parece que la problemática que afecta a los Iberodorcadion no es en si
una problemática estrictamente taxonómica, o por lo menos no exclusivamente.
Me explico. Cuando estudiamos los Iberodorcadion (igual que cuando
estudiamos cualquier otro insecto u organismo vivo en general) lo hacemos,
tácita o explícitamente, desde una óptica pretendidamente científica, pero
parece que al tratar este género de cerambícidos olvidamos que la Ciencia
(en general) y la Entomología (en particular), en tanto disciplina
científica que es, tiene unas Reglas de Juego. Esas reglas es lo que hemos

dado en llamar el Método Científico. Si queremos dar un enfoque científico
al estudio de los Iberodorcadion, deberemos seguir a rajatabla las Reglas
del Juego (es decir el Método Científico), porque de no ser así, lo que
hagamos no será Ciencia. Será cualquier otra cosa, aventura, literatura,

coleccionismo, etc, pero no ciencia.

En el caso que nos ocupa, el problema es de asignación de una categoría
taxonómica  a unas poblaciones de coleópteros. ¿Son especie? ¿Son
subespecies? ¿Qué son?. Creo que antes de responder a estas cuestiones, cada
uno de nosotros deberíamos interiorizar que el concepto de especie que
estamos utilizando es en realidad una aproximación funcional, un modelo
teórico, que nos sirve (o eso se pretende al menos) para poder trabajar con
una realidad mucho más compleja. Cuando hablamos de especies,tácitamente

estamos hablando de los que se ha dado en llamar especies genéticas, es
decir conjuntos de individuos capaces de reproducirse entre sí de manera
natural generando descendencia fértil. Este es el concepto teórico en el que
nos basamos cuando hablamos de especies de organismos. ¡Incluso cuando
hablamos de las especies de Iberodorcadion!. Como en la práctica, el valorar
si unos individuos se cruzan con otros y si su descendencia es fértil o no,
no siempre es tarea fácil (en general ocurre lo contrario, que es muy
difícil), nos valemos de una aproximación teórica a ese concepto de especie
genética que es el concepto de morfoespecie, según el cual aceptamos que las
poblaciones pertenecen a dos especies diferentes cuando existe algún
carácter morfológico que permite separar (y por lo tanto identificar)
inequívocamente a todos y cada uno de los individuos de una población del
resto de poblaciones. De la misma manera podríamos definir (y se hace)
ecoespecies, etoespecies, etc. No debemos olvidar que estas morfoespecies,
ecoespecies, etc, son aproximaciones funcionales y teóricas al concepto de

especie genética. Pero en esta aproximación teórica (que también se ajusta
al Método Científico), existen unas reglas de juego infranqueables si
queremos seguir dentro de una disciplina científica. Esas reglas radican en
la existencia de un carácter morfológico (en el caso de las morfoespecies)
que se manifieste de una forma constante en todos los individuos de un
supuesto taxon.

Después de la soberbia serie de trabajos derivados de la Tesis Doctoral de

José Mª Hernández (que constituyen un modelo y ejemplo a seguir para todos
los estudiosos de la entomología, y muy especialmente del género
Iberodorcadion), estimo que queda perfectamente demostrado que en todo el
conjunto de poblaciones que han quedado incluidas en la especie
Iberodorcadion (Hispanodorcadion) perezi (Graells, 1849) no existe un solo
carácter, de los utilizados hasta la fecha, que sirva como elemento
discriminante en el seno de dichas poblaciones, por lo que desde la
observancia más estricta de las Reglas del Juego Científico no existe ningún
criterio válido (de los utilizados hasta la fecha) para separar en ese grupo
de táxones varias especies.

Deberemos aceptar que la propuesta realizada por el Dr. José Mª Hernández es
sencillamente irrebatible desde una óptica científica hasta que seamos
capaces de encontrar algún carácter constante (el que sea) que nos permita
separar en el seno de Iberodorcadion (Hispanodorcadion) perezi (Graells,
1849) varias especies. Hasta que ese carácter válido para definir a todos
los individuos de unas determinadas poblaciones sea encontrado, y no antes,
no se deberían hacer nuevas propuestas sistemáticas. De otra manera, las

propuestas que se hagan serán simples aventuras lingüísticas, simples
divagaciones, simples muestras de la opinión subjetiva (no científica) de un
determinado autor.

Creo que si se pretende dar al género Iberodorcadion el carácter científico
que se reclama para él, deberíamos seguir al pie de la letra las Reglas del
Juego, las pautas marcadas por el Método Científico, dejando para las
tertulias de café todas aquellas propuestas subjetivas, no basadas en datos
concretos, sino en opiniones personales, que sin una argumentación
científica contrastada, se vierten de manera continuada (incluso en
publicaciones científicas pretendidamente serias) y que sólo contribuyen a
enmarañar más el conocimiento de este género coleópteros, en el que los
estudios del Dr. Hernández son una luz que debería alumbrarnos a todos.

Perdón por la extensión y gracias por leer mis divagaciones, si es que no os
habéis aburrido antes.

Un saludo

Pablo Bahillo de la Puebla.


¿Hay formas intermedias entre I.ghilianii e I. hispanicum?   (M.Tomé,  IDORCADION 15.11.01)

 Hola,

  Paso a responder a algunos de los comentarios de J.M.Hernandez sobre el artículo: Los límites entre I. hispanicum e I. ghilianii http://entomologia.rediris.es/iberodorcadion/ghilianii/ghilmt.htm.

- En primer lugar reconozco haber favorecido la confusión, al llamar la atención en exceso sobre la etiquetación erronea o imprecisa de varios ejemplares de las colecciones del Museo Nacional de Ciencias Naturales (Fotografías 1 y 7). De aquí proceden mis determinaciones un tanto ambiguas y poco rigurosas por emplear terminos como "dificultades de determinación" y "probablemente".

- Quiero corregir ahora estos errores y suprimir este tipo de comentarios, proponiendo la siguiente determinación bien precisa :
Fotografía 1: Ejemplar nº2 :  I. hispanicum ;  Ejemplar nº3 : I. ghilianii;  Ejemplar nº6 :  I. ghilianii
Fotografía 7: Ejemplar nº1: I. ghilianii ; Ejemplar nº3:  I. hispanicum "

- Siguiendo con esta dinámica de clarificación creo que estos ejemplares del MNCN (Madrid) no deben incluirse dentro del material estudiado, pues no sabemos con exactitud a que población precisa pertenecen. En el tema que estamos tratando sobre límites entre poblaciones prefiero analizar individuos que no ofrecen dudas sobre su origen poblacional. Estos ejemplares de incierta procedencia podrían quedar a la espera de que futuros estudios filogenéticos y moleculares nos ayuden a conocer  concreta.

- Hablemos pues de material estudiado que tengamos la certeza que pertenecen a una población y localidad precisa:

                       MATERIAL ESTUDIADO:
Iberodorcadion hispanicum (Mulsant, 1851)
- Poblaciones del area Siete Picos y Pto. de Navacerrada (Madrid  y Segovia):
75 ejemplares depositados en colecciones privadas.

 Iberodorcadion ghilianii  (Chevrolat, 1862)
- Poblaciones del area Cercedilla, Pto. Fuenfría/Collado Ventoso y El Ventorrillo (Madrid):
135 ejemplares depositados en colecciones privadas.
 

- Y ahora tomemos simplemente tres rasgos morfológicos distintivos que aplicaremos a las poblaciones señaladas de I. hispanicum e I. ghilianii:

1. Espacio desnudo sutural de los élitros:  I. ghilianii: MARCADO Y ANCHO
                                                                    I. hispanicum: AUSENTE

2. Espacio desnudo interdorsal de los élitros:  I. ghilianii: AUSENTE
                                                                         I. hispanicum: MARCADO

3. Banda pubescente dorsal de los élitros:
  I. ghilianii: CORTA Y FORMANDO CUÑA CON BANDAS INTERDORSAL E INTERHUMERAL
  I. hispanicum: ALARGADA HASTA TERCIO APICAL, NUNCA FORMANDO CUÑA CON BANDAS ADYACENTES

Dichos rasgos distintivos quedan bien ilustrados para I. ghilianii: en la figura 1 (pag. 96) y figura 2 (pag. 99) del artículo:
    HERNANDEZ, J.Mª, 1996. Variabilidad fenotípica en Iberodorcadion (Hispanodorcadion) ghilianii Chevrolat, 1862
(Coleoptera, Cerambycidae), Munibe, nº 48, San Sebastian, pp. 95-106

Y  para I. hispanicum: en la figura 2 (pag. 69) y figura 3 (pag.76) del artículo:
    HERNANDEZ, J.Mª, 1997. Variabilidad fenotípica en Iberodorcadion (Hispanodorcadion) hispanicum Mulsant,1951
(Coleoptera, Cerambycidae)  Zool. Baetica, 8: 65-83. Consultado en septiembre 2001:
http://www.ucm.es/info/vegetal/jmh/public/p016.pdf

   Asimismo querría subrayar aquí que a la hora de establecer caracteres morfológicos distintivos en el género Iberodorcadion no son relevantes aquellos que se refieren a la longitud, tamaño, o coloración de bandas elitrales; como J.M. Hernandez señala acertadamente en en sus trabajos. Pero sí creo que debemos consideran como de capital importancia aquellos caracteres morfológicos de tipo:
-  presencia / ausencia de un espacio desnudo
-  presencia / ausencia de bandas pubescentes muy caracteristicas (en forma de cuña, fundidas)
-  presencia / ausencia de callosidades, costillas o granulaciones
-  presencia / ausencia de pubescencia
 

- En este punto propongo a J.M.Hernandez, así como a quienes hayan estudiado estas poblaciones, que comprueben con atención el material con etiquetas de localidades: Cercedilla y Pto. Navacerrada, para ver  :

1.  si participan de los tres rasgos distintivos recogidos anteriormente y reflejados en las figuras de los artículos citados
2.  si tienen la certeza de que pertenecen a una poblacion bien precisa.

-  Finalmente querría hacer dos preguntas a los miembros de la lista:

1. La primera en relación con las reglas de juego que nos recordaba P. Bahillo:
  "Esas reglas radican en la existencia de un carácter morfológico (en el caso de las morfoespecies) que se manifieste de una forma constante en todos los individuos de un supuesto taxon."
   ¿Que importancia debemos dar a estos caracteres que se presentan en un porcentaje del 95 % en los individuos estudiados?

2. La segunda en relación con la supuesta existencia de formas o estados intermedios. Si para el material estudiado observamos que un 5 % constituye la excepción a la que no podemos aplicar los tres rasgos distintivos señalados (por tratarse generalmente de individuos poco pubescentes):   ¿Qué validez damos a dicho porcentaje? ¿No deberíamos quizás hablar de formas excepcionales dentro de una población, y no de formas intermedias entre poblaciones?

            Me imagino que ya continuaremos otro día.
 
 


Reflexiones sobre I.perezi ghilianii  (J.M.Hernandez, IDORCADION 20.11.01)

       Hola de nuevo,

En contestación al mensaje de Mario Tomé de la semana pasada sobre los caracteres distintivos que propone para separar Iberodorcadion perezi hispanicum e Iberodorcadion perezi ghilianii, es necesario realizar algunas matizaciones:

1. Repito y seguiré repitiendo, que si excluimos ejemplares por no saber con seguridad a que población pertenecen, es porque no estamos utilizando caracteres válidos.

2. Con respecto a los 'caracteres distintivos' propuestos, a pesar de seguir manifestando la poca validez de las bandas de tomento, dada su extrema variabilidad, insisto en que hay que presentar datos, y en ese sentido contesto, a pesar de estos datos ya están publicados, pero parece que han sido mal interpretados:

- Espacio desnudo sutural: es el único carácter que se diferencia en ambos taxones, siendo muy estrecho en I.perezi hispanicum y ancho en I.perezi ghilianii, en la totalidad de individuos examinados.

- Espacio desnudo interdorsal de los élitros: En la mayor parte de la primera subespecie aparece marcado, en la mayor parte de la segunda no existe. Sin embargo, algunos ejemplares no conservan este patrón, aunque en una proporción muy baja (cerca del 1%)

- Banda pubescente dorsal de los élitros:  este carácter está mal interpretado en la nota de Mario Tomé, ya que I.perezi ghilianii presenta una banda dorsal generalmente larga, alcanzando el tercio apical y, en algunos casos, uniéndose al margen apical, aunque a veces está interrumpida al menos en su color blanco) en el tercio basal. Sin embargo, la variabilidad es contínua y muy elevada (42,74% de variación en los ejemplares estudiados). En I.perezi hispanicum también aparece una variación contínua en este carácter, aunque menos pronunciada (6,26%), desde bandas que alcanzan el tercio apical hasta otras que no superan el 1/3 basal. En algunos casos se fusionan con las bandas adyacentes.

Ejemplares estudiados:
        Iberodorcadion perezi hispanicum: 734 ejemplares pertenecientes a 11 localidades
        Iberodorcadion perezi ghilianii: 139 ejemplares pertenecientes a 5 localidades
        (pueden consultarse en las publicaciones señaladas en las notas anteriores)

3. Las conclusiones que yo saco de ésto, y que responden también a las preguntas realizadas por Mario Tomé son las siguientes:

Las poblaciones que estamos tratanto han sufrido (y probablemente siguen sufriendo) un proceso de diferenciación que, sea por presión selectiva o por simple deriva genética, hace que ciertos fenotipos se distribuyan con frecuencias diferenciales entre ellas. Por eso es posible encontrar poblaciones con una mayor abundancia de determinados fenotipos y bajas
frecuencias de otros que, en otras poblaciones, pueden ser más abundantes. Ejemplos sobre esto los tenemos a decenas, pero resulta interesante el caso de cierta localidad del Puerto de los Cotos (Madrid), donde algunos ejemplares de I.perezi hispanicum presentan bandas blancas anchas y fusionadas (con una proporción inferior al 5 %), mientras que en otra
localidad del Puerto de la Morcuera (Madrid), este fenotipo supone más del 95% de la población, encontrándose la forma del Puerto de los Cotos en clara inferioridad (5 % de nuevo) ¿definimos dos especies y llamamos a los 5 % restantes -que además corresponden con formas de la otra localidad- como 'formas excepcionales'? Yo creo que la pregunta se contesta por sí misma.

4. Como muy bien apuntó el Dr. Bahillo, lo que estamos haciendo es aproximarnos a un concepto que, en sí, es bastante subjetivo, el de especie (si quereis otro día discutimos del concepto de especie ;-). La única forma de creerse una aproximación (en este caso una morfoespecie) es que haya caracteres inequívocos que la apoyen. En cuanto 'algunos ejemplares' no cumplan con la norma, yo particularmente empezaré a dudarlo de forma seria.
 



 

Avanzando con los límites entre I. ghilianii e I. hispanicum    (M.Tomé,  IDORCADION 27.11.01)

                   Vamos a seguir :

- En los tres trabajos de J.M.Hernandez sobre morfología externa (1996 y 1997) creo que queda bastante claro que tanto I. hispanicum como I. ghilianii poseen rasgos distintintivos suficientes como para considerarlos dos taxones independientes.

- En su último artículo (2000) sobre morfología interna ("Estudio multivariante..") tambien aparece manifiesto que los taxones estudiados poseen caracteres morfológicos diferenciados: tanto las figuras, las tablas como los porcentajes así lo demuestran.

- En mi opinion estos análisis y resultados (morfología interna y externa) no son suficientemente concluyentes como para generar una sinonimia en cadena; pues creo que quedan elementos importantes por estudiar y de modo especial todo lo relacionado con limites entre las distintas poblaciones y taxones.

- J.M.Hernandez ha cambiado de optica o simplemente ha ido más alla en este último trabajo al proponer el cambio de estatus taxonómico para tres taxones que pasarían al rango de subespecie. Uno de los argumentos de la conclusión señala (pag. 111):

"Todo esto, unido a la existencia de formas intermedias con poblaciones muy problemáticas .... refuerzan la idea de que nos encontramos ante un grupo muy variable, con diferenciaciones poblacionales que no llegan a independizar de forma categórica ninguno de los taxones actualmente reconocidos y donde abundan los estados intermedios..."

- Creo que este argumento podría favorecer la creencia de que existen numerosas formas intermedias entre las distintas poblaciones o que incluso pudiesen cohabitar los distintos taxones. Como en la actualidad resulta muy dificil disponer de un material de todas las zonas de choque o límite entre poblaciones, mi hipotesis de trabajo ha sido partir de una de ellas, en este caso los límites entre I. hispanicum e I. ghilianii. Y por el momento no tengo constancia de que existan formas intermedias de un modo relevante (unicamente observo un porcentaje del 5%).

- Asimismo me pregunto qué sucederá en otras zonas de choque o límite entre poblaciones:  por ejemplo entre I. perezi e I. ghilianii, así como entre I. hispanicum e I. ortunoi, que me imagino existirán.  Si alguien tiene material estudiado de estas areas tengo una gran curiosidad por conocerlo o hacerme alguna idea del mismo.

- Aunque quedan varios aspectos por clarificar (el nombre de Cercedilla aparece dentro del material estudiado de I. ghilianii y de I. hispanicum; la banda pubescente dorsal en I. ghilianii:  ¿la interpretamos como alargada o como corta y limitada por bandas adyacentes?) creo que las dos hipótesis de trabajo que venimos debatiendo pueden integrarse dentro del Proyecto, sin que ello implique que "no lleguemos a ningún sitio".

- Cuando construyamos las UNIDADES DE ANALISIS  para  I. hispanicum, I. ghilianii, I. perezi e I. ortunoi la propuesta de José María Hernandez aparecerá allí recogida, así como los comentarios que se vayan produciendo en torno a los distintos taxones. Pero lo más decisivo serán los futuros trabajos de campo y de laboratorio que confirmarán o contradirán las hipótesis de trabajo que estamos discutiendo.
 
 


ÍNDICE

Iberodorcadion ghilianii (Chevrolat, 1862)

Iberodorcadion hispanicum (Mulsant, 1851)





 
 

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