Manifiesto
científico por Los Monegros
La Biodiversidad
planetaria, expresada en cualquiera de sus niveles, de organismos
a ecosistemas, constituye el único mecanismo que garantiza,
en su conjunto, el correcto funcionamiento del planeta (regulación
de gases y clima, ciclo del agua, formación de suelos, reciclado
de nutrientes, tratamiento de residuos, control biológico,
etc), al tiempo que deviene la única fuente de recursos
primarios conocida (materias primas, alimentos, recursos
genéticos, etc).
La Conservación
de especies y ecosistemas se ha convertido, al rozar el
nuevo milenio, en algo más que una simple actitud, ética
y/o estética, de respeto y admiración frente a la Naturaleza
y la Vida, convirtiéndose en la única respuesta sensata
y coherente a la situación de riesgo a que se enfrenta la
especie humana, cuya supervivencia a medio plazo puede verse
seriamente comprometida.
La Conservación
de los Recursos Naturales es, pues, una demanda social
de primer orden y es deber de los Poderes Públicos,
en sus diferentes ámbitos y cualesquiera que sean sus ideologías
o tendencias políticas, dar cumplida respuesta a la misma.
Respuesta que no puede ser única o aislada, pero que en
todo caso exige la urgente adopción de medidas de Protección
jurídica de aquellos bienes naturales cuya singularidad
sea excepcional o cuyo estado sea el de riesgo de extinción
o desaparición.
La responsabilidad
en esta materia es enorme, pues implica la selección
de aquellos bienes naturales que serán protegidos e, indirectamente,
la de aquellos que quedarán a su suerte, sin que exista
en la mayoría de los casos la posibilidad de rectificar
errores o corregir decisiones equivocadas. Los Poderes Públicos
deben designar en el ámbito jurídico qué organismos y hábitats
sobrevivirán y cuáles son sacrificables, dependiendo de
tales decisiones, en gran medida, el nivel de bienestar
de las generaciones futuras, cuando no la propia supervivencia.
Es evidente que
la elección de los bienes naturales a proteger constituye
-o debe constituir- el resultado de un análisis profundo,
de carácter marcadamente técnico, basado en información
objetiva, fiable y veraz. En absoluto puede ser el fruto
de decisiones discrecionales, oportunistas o adoptadas en
base a criterios propagandísticos, estéticos, económicos
o simplemente bienintencionados.
Con demasiada
frecuencia, los Poderes Públicos, han asumido junto al papel
que les es propio (la definición del marco jurídico de protección,
la dotación de recursos económicos y la gestión y custodia
del patrimonio protegido), la responsabilidad de seleccionar
los bienes protegidos en un ejercicio de discrecionalidad,
simple intuición, propaganda o mediación de compromiso entre
intereses contrapuestos (y habitualmente privados).
Sin embargo, el
único criterio aceptable para la selección de bienes
naturales a proteger es el científico. Sólo la Ciencia
puede brindar razones objetivas y contrastadas que valoren
el estado y previsible evolución de nuestros recursos. Sólo
la Ciencia está capacitada, y por tanto legitimada, para
definir qué especie, hábitat o ecosistema debe ser objeto
de protección.
Los Monegros son
un ecosistema singular, maduro, único en Europa, cuya riqueza
biológica ha demostrado ser excepcionalmente importante
en términos cuantitativos y cualitativos. La biocenosis
documentada de Los Monegros sobrepasa las 5.400 especies
biológicas, cifra superior a la conocida de cualquier otro
hábitat nacional o europeo, presentando el mayor índice
de novedades taxonómicas (nuevas especies para la ciencia)
de toda Europa en lo que va de siglo, con un alto grado
de endemismos y citas únicas para el continente y con numerosos
ejemplos de distribuciones biogeográficas y adaptaciones
ecológicas novedosas de enorme interés científico. No existe,
con datos objetivos y contrastados, ninguna otra zona o
espacio físico en nuestro territorio nacional, y tal vez
en toda Europa, que pueda siquiera compararse a las singularidades,
novedades, rareza y riqueza biológicas que hoy están documentadas
científicamente de Los Monegros.
Sin embargo, contra
toda lógica en materia de protección medioambiental y en
colisión frontal con los Convenios Internacionales firmados
por nuestro Estado, Leyes de ámbito nacional y autonómico
sobre Espacios Naturales protegidos y con absoluto desprecio
u olvido de los principios esenciales que guían la política
conservacionista europea, los Monegros no han sido incluidos
por los Poderes Públicos Aragoneses en ninguna de las figuras
de protección previstas en la legislación vigente.
Por tanto:
La CIENCIA, a
través de los investigadores internacionales que colaboran
en el presente documento y los que lo firman, MANIFIESTA
sobre la base de criterios objetivos e informaciones contrastadas
científicamente, que Los Monegros es un hábitat que requiere
por su singularidad, importancia y situación de peligro,
su inmediata inclusión en alguna de las figuras de protección
jurídica contempladas en la legislación vigente que
permita salvaguardar, al menos en parte, su integridad ecológica.
POR ELLO, EXIGEN
DE LOS PODERES PÚBLICOS ARAGONESES, ESPAÑOLES Y EUROPEOS
A TRAVÉS DE ESTE MANIFIESTO LA INMEDIATA ADOPCIÓN DE MEDIDAS
ESPECIALES DE PROTECCIÓN JURÍDICA DE LA ZONA.
Como argumentos
que justifican esta demanda, adjuntan en forma necesariamente
resumida y sintética, la información científica acumulada
hasta la fecha que demuestra, más allá de toda duda razonable,
el incalculable valor biológico de Los Monegros y, en consecuencia,
el irreparable perjuicio que ocasionaría la actual situación
de desprotección que está sufriendo este territorio único
en Europa.
Antonio Melic & Javier Blasco-Zumeta.
Sociedad Entomológica Aragonesa - Zaragoza
Scientific
Manifesto for Los Monegros
• The planet’s biodiversity, expressed
at any of its levels, from organisms to ecosystems, is the
only mechanism that can guarantee the correct functioning
of the planet as a whole (regulation of gases and the climate,
water cycle, generation of soils, recycling of nutrients,
processing of waste, biological control etc), and at the
same time constitutes the only known source of primary resources
(raw materials, food, genetic resources etc).
• The conservation of species and
ecosystems is, on the brink of the new millennium, something
more than just an attitude, ethical and/or esthetic, of
admiration for Nature and Life, and has become the only
sensible and coherent response to the high risk situation
facing humankind, whose medium term survival may be in serious
jeopardy.
• The Conservation of Natural Resources
is, therefore, a social demand of the highest order,
and it is the duty of the Authorities, in their different
spheres of action and whatever their ideology or political
creed, to fully respond to it. Their response cannot be
limited or isolated, and must include the urgent adoption
of measures of legal Protection for those natural resources
which are unique or in danger of extinction or disappearance.
• Their responsibility in this area is
enormous, as it involves the selection of which natural
resources are going to be protected and, indirectly, which
ones are going to be left abandoned to their fate, and in
most cases there is no chance to amend mistakes or correct
wrong decisions. The Authorities must decide, by law, which
organisms and habitats will survive and which are expendable,
and on such decisions depends, to a large extent, the wellbeing
of future generations, even their survival.
• It is obvious that the decision whether
to protect a natural resource must be the result of a deep
analysis, of a markedly technical nature, based on
reliable, solid, objective information. There is
no way that it can come from discretionary or opportunistic
decisions, be based on propaganda, esthetic or economic
criteria or obey to mere good intentions.
• Only too often, the Authorities, apart
from their typical functions (defining the legal frame of
protection, allocating economic resources and administering
and giving custody to the protected areas), take on the
responsibility of selecting which resources are to
be protected, and do it on the basis of discretionary decisions,
simple intuition, as propaganda or in the course of mediation
between clashing interests (usually of a private kind).
• However, the only acceptable criterion
to decide which natural resources should be protected is
of a scientific nature. Only Science can give objective
and balanced arguments that allow us to assess the situation
and foreseeable evolution of our resources. Only Science
has the ability, and therefore the legitimacy, to define
which species, habitats or ecosystems must be protected.
• Los Monegros is a singular, mature ecosystem,
unique in the European context, whose biological diversity
has proved to be exceptionally important both from a quantitative
and a qualitative point of view.
• The biocenose of the Monegros, as has
been documented so far, includes some 5400 biological species,
more than in any other known Spanish or European habitat,
and presents the highest level of taxonomic novelties (species
new to science) in the whole of Europe this century, with
a high degree both of endemicity and of only European records,
and with a large number of biogeographic ranges and new
ecological adaptations of an enormous scientific interest.
• If one takes into account objective,
balanced data, there is no other area in the country, and
perhaps in the whole of Europe, that comes even near to
the level of singularity, novelty, rarity and biodiversity
that has so far been scientifically documented in Los Monegros.
• However, against all expectations in
the context of environmental protection, in a head-on clash
with the International Agreements signed by the central
government and the State and Regional Laws on Protected
Areas, and an absolute disregard for the basic principles
that guide the European conservation policy, Los Monegros
has not been included by the Aragonese Authorities in any
of the categories of protection defined by current legislation.
• Therefore: SCIENCE, represented by the
researchers who have studied Los Monegros or its biocenose,
WISHES TO EXPRESS, on the grounds of objective criteria
and scientifically contrasted information, that Los Monegros
is a habitat that requires, owing to its singularity, importance
and endangerment, its immediate inclusion in one of the
categories of legally protected areas defined by current
legislation, in order to preserve, at least partially,
its ecological integrity.
• THEREFORE, WE DEMAND OF THE ARAGONESE,
SPANISH AND EUROPEAN AUTHORITIES, WITH THIS MANIFESTO, THE
IMMEDIATE ADOPTION OF SPECIAL MEASURES OF LEGAL PROTECTION
OF THE AREA.
• As arguments to justify this demand,
we enclose, in the form of a summary, the scientific information
that has been gathered until this moment, which proves,
beyond all reasonable doubt, the incalculable biological
importance of Los Monegros and, consequently, the irreparable
damage that can come out of the present situation of lack
of protection for an area which is unique in the European
context.