Componentes:

- Una botella de agua mineral de 1,5 litros (1).
- Alambre rígido de 2-3 mm de diámetro.
- Cebo (vino, zumo comercial, cerveza, ...).

Fabricación y montaje:

- Se corta la boca de la botella (2).
- Se corta la parte superior de la botella (2), con cuidado de incluir unos 2 cm para su fijación al cuerpo.
- La parte cortada se invierte y se coloca en la abertura superior de la botella a modo de embudo (3).
- Con un hierro candente se taladran dos agujeros opuestos en la boca de la trampa (4). Estos agujeros sirven a la vez para fijar el embudo a la trampa y para pasar por ellos el alambre de sujección.
- Se taladran con un hierro candente otros dos agujeros opuestos a unos dos tercios de la base de la botella (4), para que rebose el agua en caso de lluvia.
- El alambre se trenza para formar un gancho de sujección en forma de Y invertida (4).
- Se pasan los dos brazos de la Y por los agujeros superiores de la trampa.

Colocación: la trampa se cuelga de una rama, a la altura que se considere apropiada. En caso necesario uno puede ayudarse de una pértiga provista de un gancho para izar y recuperar la trampa. Para evitar la evaporación excesiva del cebo, conviene no situarla expuesta directamente al Sol.

Líquido del bote de captura: al cebo (vino, cerveza, etc.) puede añadirse algo de sal como conservante.

Operación: se revisa cada 10-15 días. La revisión consiste en recuperar la trampa, volcar su contenido sobre un colador colocado sobre un recipiente para recoger el líquido, y reponer el cebo.

Precauciones: hay que diseñar bien el gancho de sujección para evitar que la trampa vuelque al manipularla o con el viento. Si se situa colgada de una rama, procurando que quede pegada al tronco, se disminuye el riesgo de vuelco por causa del viento. En caso necesario se puede poner algún tipo de lastre (aunque el cebo hace esa función).

Adaptación para la captura de individuos vivos, en especial Ciervo Volante: la captura de escarabajos saproxílicos vivos es interesante para hacer estudios de captura-marcaje-recaptura. Si se emplea con el Ciervo Volante, hay que modificar ligeramente la trampa. En primer lugar, hay que asegurarse de que la boca del embudo es lo suficientemente ancha como para que pase un Ciervo Volante. En segundo lugar, no se utiliza un cebo líquido sino sólido y se perforan numerosos agujeros en la trampa para que se difunda el olor del cebo. Se ha discutido mucho la efectividad de esta trampa; Deborah Harvey sugiere usar gengibre (!) como cebo). Deborah ha demostrado el parecido químico entre las feromonas sexuales del ciervo volante y sustancias presentes en la raíz de gengibre. En tercer lugar, hay que modificar la unión del embudo al cuerpo de la botella, para poder sacar y marcar con comodidad a los individuos capturados. En cuarto lugar, hay que horadar unos cuantos agujeros en la base de la botella para evitar que la lluvia se acumule y ahogue a los individuos capturados. En quinto lugar, hay que considerar la posibilidad de vuelco de la trampa y añadir, si es necesario, un lastre (una base de 1-2 cm de escayola en el fondo de la botella puede servir).