Aracnet 7 -Bol. S.E.A., nº 28
(2001) : 35—48.
Artículo
Ecología de los Colémbolos (Hexapoda, Collembola) en Los Monegros
(Zaragoza, España)*
Javier I. Arbea 1 y Javier Blasco-Zumeta 2
1 Departamento de Ciencias Naturales. I.E.S. Alhama. Avda. del
Villar, 44. 31591 Corella (Navarra) jarbea@jet.es
2 C/. Hispanidad, 8. 50750 Pina de Ebro (Zaragoza). blaszu@arrakis.es
* Conferencia presentada en el IX Congreso Ibérico de Entomología,
Zaragoza, julio 2000
Resumen: Con el fin de profundizar en la ecología
de los microartrópodos en los Monegros se han estudiado las poblaciones de
colémbolos edáficos bajo 22 especies vegetales representativas de los
diferentes tipos de comunidades vegetales presentes en esta zona, que podemos
agrupar en cuatro clases fitosociológicas: Quercetea ilicis Br.-Bl.,
1947, Ononido-Rosmarinetea Br.-Bl., 1947, Lygeo-Stipetea Rivas
Martínez, 1977 y Arthrocnemetea Br.-Bl. & R.Tx., 1943.
En estos biotopos se han realizado muestreos estacionales
durante los años 1994 y 1995, encontrándose un total de 57 especies de
colémbolos, de las que diez pueden considerarse representativas de la
región. Estas diez especies tienen un comportamiento marcadamente xerófilo o
son capaces de resistir períodos de altas temperaturas y baja humedad: tres
especies son atmobias xerófilas, Entomobrya sp., Sminthurus
hispanicus y Spatulosminthurus betschi; cuatro son hemiedáficas
xerófilas, Xenylla brevisimilis mediterranea, Xenylla maritima,
Cryptopygus thermophilus y Lepidocyrtus sp.; y tres son
hemiedáficas mesófilas, Sphaeridia pumilis, que sobrevive los
períodos de sequía en estado de huevo, Brachystomella parvula y Folsomides
portucalensis, que son capaces de resistir períodos de sequía entrando
en anhidrobiosis.
La fauna de colémbolos está dominada por los elementos
hemiédaficos (54% de las especies), tanto mesófilos como xerófilos. Destaca
el bajo porcentaje de especies euedáficas (18%) y la importante proporción
de atmobios (28%), mayoritariamente xerófilos.
Se ha efectuado un análisis factorial de correspondencias
y una clasificación jerárquica de los biotopos para determinar los
agrupamientos de los mismos en función de sus perfiles faunísticos. Estos
análisis nos muestran una separación neta de las poblaciones de colémbolos
edáficos en las clases fitosociológicas estudiadas.
Respecto al tipo de distribución geográfica, es
destacable la gran cantidad de especies con distribución restringida: 40% son
endémicas; un 21% tienen una distribución europea (3 especies europeas en
sentido amplio, 6 especies de Europa central y meridional y 3 especies
mediterráneo-atlánticas), mientras que el resto (39%), presentan una
distribución más amplia (7% paleártica, 14% holártica y 17% cosmopolita).
Ecology of soil Sprintails (Hexapoda, Collembola) in the
Monegros Area (Northern Spain)
Summary: The collembological structure of the
population of soil microarthropods in the Monegros Area (Northern Spain) was
studied. For this purpose, soils from 22 plant species were analyzed using
seasonal samples collected on the years 1994 and 1995. We can group the
sampling sites in four phytosociological classes: Quercetea ilicis Br.
Bl., 1947, Ononido-Rosmarinetea Br. Bl., 1947, Lygeo-Stipetea
Rivas Martínez, 1977 and Arthrocnemetea Br. Bl. & R. Tx., 1943.
A total of 57 Collembolan species were found. Ten of these
can be considered characteristic of the studied area, they are xerophilic
species with an ability to actually survive dry periods with high temperatures.
Three species in this group are xerophilic atmobious, Entomobrya sp., Sminthurus
hispanicus and Spatulosminthurus betschi; four species are
xerophilic hemiedaphon, Xenylla brevisimilis mediterranea, Xenylla
maritima, Cryptopygus thermophilus and Lepidocyrtus sp.; and
three species are mesophilic hemiedaphon, Sphaeridia pumilis, which
spends the dry periods in egg stage, Brachystomella parvula and Folsomides
portucalensis, both with an inactive but reversible anhydrobiotic stage
during dry periods.
The Collembola fauna is mainly represented by the
mesophilic or xerophilic hemiedaphic species (54 %), followed by the atmobious,
largely xerophilic, species (28 %), and the euedaphic species (18 %).
Several multivariate analysis were carried out. The
Correspondence Analysis and the Cluster Analysis based on Jaccard's similarity
coefficient was used to examine the relationships between the different
biotopes according to the Collembolan species that they contained. These
analysis indicated that the distribution of Collembolan populations was
related to the phytosociological type of the biotope.
In terms of their biogeographical distribution, 39 %
present a large distribution (7 % Palaearctic, 14 % holoarctic and 17 %
cosmopolitan), 21 % are European (three European species sensu lato,
six species of Central and Southern Europe, and three species with a
Mediterranean and Atlantic distribution), and 40 % are endemic of the Iberian
Peninsula. Of this last group, 19 species are confined to the Ebro valley (NE
Spain), and six of them have only been found solely in the "Retuerta de
Pina" Area (Monegros Region), Onychiurus sp. minutus group,
Proctostephanus n. sp., Seira sp., Cyphoda sp., Bourletiella
sp., Fasciosminthurus spp.
I. Características generales de los
colémbolos
Los colémbolos son artrópodos diminutos que, junto con los
proturos y dipluros, suelen ser agrupados en los Hexapoda entognatos. Aunque
actualmente no se consideran verdaderos insectos, e incluso hay quien argumenta
que son más próximos a los crustáceos que a los insectos (Lawrence, 2000), se
siguen agrupando con ellos por tradición. Constituyen un grupo homogéneo
dentro de los Hexapoda, presentando un conjunto de caracteres que los aísla
fácilmente del resto de los Hexapoda y les confiere una identidad particular
entre los artrópodos primitivos: estructura del tubo digestivo y de la gónada,
persistencia de un aparato excretor celómico, ausencia de tubos de Malpighi…
Presentan, además, dos características únicas que los definen como grupo: un
órgano saltador o furca, situado ventralmente en el cuarto segmento abdominal,
y un tubo ventral en el primer segmento abdominal, relacionado con la
regulación hídrica y que además puede tener funciones de órgano adhesivo.
Los colémbolos, indicadores de biodiversidad
Los colémbolos son habitantes típicos del suelo, de forma
que desarrollan su ciclo biológico completo en él. Son, junto con los ácaros
oribátidos, los artrópodos dominantes en el suelo, encontrándose tanto en las
zonas profundas como superficiales, y tienen una gran importancia en las capas
del suelo con abundante materia orgánica, tanto por su densidad como por la
función que desempeñan en ellas. Al ser, dentro de la fauna edáfica, uno de
los grupos más diversificados constituyen un instrumento muy eficiente para
estudios de biodiversidad en hábitats edáficos (Deharveng, 1996).
Adaptaciones de los colémbolos a las distintas
condiciones del medio edáfico
Los colémbolos, como un elemento más del subsistema suelo,
contribuyen a su normal funcionamiento. Pueblan biotopos muy diversos y son muy
sensibles a las variaciones de las condiciones ecoclimáticas, por lo que son un
material excelente para estudios sinecológicos.
La humedad y la temperatura son factores determinantes del
hábitat óptimo de los colémbolos, ya que influyen en la tasa de reproducción
y crecimiento de los individuos y en su distribución vertical a lo largo de un
perfil. En las regiones templadas, las variaciones estacionales de los factores
climáticos no parecen ser determinantes de la distribución de los animales en
el suelo, ya que en general no se produce la falta de disponibilidad de agua. En
estas regiones, las variaciones térmicas podrían tener más importancia (Vannier,
1973). Por el contrario, en las regiones mediterráneas sólo interviene, en la
regulación de las poblaciones de colémbolos, el contenido en agua, teniendo la
temperatura un valor secundario (Poinsot, 1976, 1984). La influencia de estos
dos factores origina el desarrollo de un conjunto de estrategias variables
según las especies (Greenslade, 1981). Así han sido ampliamente estudiados los
fenómenos de ecomorfosis y ciclomorfosis como adaptaciones, sobre todo
morfológicas, a condiciones extremas de temperatura y humedad, o debidas a
variaciones estacionales (Cassagnau, 1986 a y b). Otras especies adoptan
mecanismos de supervivencia diferentes, retirándose a microcavidades que
obturan construyéndose un refugio en el que pasan la etapa más seca del medio
en que viven. Asociado a este comportamiento constructor entran en un estado de
vida latente llamado anhidrobiosis, durante el cual los animales inactivos
permanecen "desecados", minimizando así el consumo de agua (Poinsot,
1966 a y b; 1968; Poinsot y Barra, 1978, 1991; Barra y Poinsot, 1977).
La función de los colémbolos en el suelo
Los animales del suelo son reguladores de los procesos de
degradación de la materia orgánica, estableciéndose unas relaciones complejas
entre los microartrópodos y la microflora. Esta simbiosis microfauna-microflora
tiene como resultado una más eficaz degradación total de la materia orgánica
(Butcher et al., 1971; Vannier, 1980; Petersen y Luxton, 1982; Cancela Da
Fonseca y Poinsot, 1983). Los colémbolos participan en la actividad microbiana
de los suelos de varios modos:
1. Fraccionan y trituran los restos vegetales. Esta
acción mecánica es primordial para aumentar la superficie de implantación
de la microflora.
2. Teniendo en cuenta el principio de la exclusión
competitiva, los elementos ingeridos son degradados selectivamente por las
especies gracias a su equipamiento encimático específico. De esta forma,
pueden participar directamente en la formación de sustancias húmicas (humus
coprógeno) que forman agregados complejos en los que se encuentran
íntimamente mezcladas la materia orgánica y la fracción arcillosa del
suelo. Además, las heces estimulan el crecimiento de gérmenes microbianos.
3. Participan en el control y dispersión de los
microorganismos, ya que los materiales que ingieren son imperfectamente
digeridos, y una parte importante es expulsada en forma de microorganismos
aún viables. Así, participan en la renovación de especies microbianas,
inoculándolas en sustratos que no están aún colonizados. Esta diseminación
selectiva es más eficaz que el transporte accidental de gérmenes en la
superficie del cuerpo de los animales.
Al estudiar el contenido del tubo digestivo de los
colémbolos se ve que predominan los elementos fúngicos, en mayor o menor grado
de lisis, íntimamente mezclados con bacterias que forman parte del bolo
alimentario y que muy probablemente han sido ingeridas a la vez que la materia
fúngica. Se puede concluir que una gran parte de los colémbolos edáficos son
coprófagos, alimentándose de deyecciones de otros animales del suelo,
fundamentalmente ácaros oribátidos y enquitreidos (Ponge, 1985, 1988).
Los colémbolos como indicadores de las características
del suelo
La capacidad de adaptación de los colémbolos a distintos
ambientes está relacionada con su carácter indicador de distintos parámetros
edáficos. Varios autores han puesto de manifiesto las relaciones existentes
entre las poblaciones de colémbolos y los distintos niveles de desarrollo del
ecosistema edáfico, constituyendo los colémbolos unos buenos indicadores de la
naturaleza, del nivel de actividad o de las modificaciones eventuales de un
suelo. Ya Gisin (1943) indicó que diferentes especies se hallan restringidas a
suelos ácidos o básicos, constituyéndose en indicadoras del pH del medio.
Más tarde Ponge (1980, 1983) pone en evidencia este hecho observando cómo el
tipo de suelo aparece como uno de los principales factores de variación
específica. Son ya abundantes las citas de autores que inciden en cómo los
cambios en la estructura y funcionamiento de varios hábitats en diferentes
ecosistemas repercuten en la estructura de las poblaciones colembológicas (Czarnecki,
1983). Todos los autores que han estudiado el efecto de las prácticas
silvícolas sobre los microartrópodos edáficos, coinciden en que la
deforestación y la repoblación implican una neta ruptura de los equilibrios
biocenóticos a nivel de la fauna de colémbolos (Bonnet, Cassagnau y Deharven,
1976, 1977, 1979; Arbea y Jordana, 1985, 1990)
Conocimiento de los colémbolos en Zaragoza
Los primeros colémbolos conocidos de la provincia de
Zaragoza se recogen en los trabajos de Navas (1906) y Pitarque (1906), pioneros
en el conocimiento de la fauna de colémbolos de la península Ibérica. Con
posterioridad a estos trabajos, en los que se recogen 14 especies, son pocas y
aisladas las contribuciones al conocimiento de la fauna colembológica de esta
provincia hasta que Arbea y Jordana (1989), estudiando la fauna edáfica del
Macizo del Moncayo, hacen que la lista de colémbolos de Zaragoza ascienda a 70
especies. Desde entonces, solamente hay que añadir cinco especies nuevas: Xenyllogastrura
steineri Jordana y Arbea (Jordana y Arbea, 1992), Spatulosminthurus
betschi Nayrolles (Nayrolles, 1990), Cassagnaudiella pruinosa (Tullberg,
1871) y C. trichroma Nayrolles (Nayrolles, 1995a), y Sminthurus
hispanicus Nayrolles (Nayrolles, 1995b). En los últimos años, gracias al
ingente trabajo de muestreo realizado por uno de los autores (J.B.Z.) en La
Retuerta de Pina, entre los años 1990 y 1995, nuestro conocimiento de la fauna
de colémbolos de Zaragoza se ha visto incrementado considerablemente. En esta
zona de los Monegros se ha encontrado un total de 68 especies de colémbolos
pertenecientes a 37 géneros (Arbea, 1999), con lo que el catálogo de
colémbolos de la provincia de Zaragoza alcanza las 120 especies.
II. Métodos de estudio de los
colémbolos en Los Monegros
Área de estudio
La Comarca de Los Monegros se enclava en el centro de la
Depresión del Ebro, extendiéndose por las provincias de Huesca y Zaragoza. El
clima puede considerarse como continental árido (Ochoa, 1982) caracterizándose
por temperaturas anuales extremas (de -10ºC a más de 40ºC), pluviometría
media anual escasa (200-400 mm) con déficit hídrico superior a los 300 mm y
vientos dominantes (del NO y SE principalmente) de gran capacidad desecadora.
Estas condiciones climáticas determinan la existencia de una vegetación
clímax representada en las alturas inferiores a 400 m.s.n.m. por sabinares de Juniperus
thurifera L. característicos de la asociación Juniperetum phoeniceo-thuriferae
(Br.-Bl. & O. Bolòs) Rivas-Martínez (Rivas-Martínez, 1987), si bien, y
por influencia antrópica, esta comunidad ha desaparecido prácticamente de la
región estando su mejor exponente relegado a unas 2.000 hectáreas en el paraje
conocido como "Retuerta de Pina", término municipal de Pina de Ebro
(Zaragoza), comprendido en la cuadrícula UTM 30TYL29. Es en este enclave donde
se ha realizado el muestreo que ha dado origen al presente trabajo.
El sabinar de Retuerta de Pina se asienta en las laderas y
cimas de una compleja red de barrancos de fondo plano, cuya facies litológica
representativa es la "formación Retuerta" del Mioceno (Quirantes,
1978) esencialmente yesífera, a base de yesos masivos blancos o muy claros y
limos yesíferos. La altura sobre el nivel del mar va desde los 300 a los 400
metros. Los usos actuales de la zona más relevantes son la agricultura y la
ganadería. Se cultivan cereales de invierno (cebada y trigo, principalmente) en
secano y con régimen de año y vez. La superficie ocupada por cultivos es muy
importante y rompe la continuidad de la vegetación natural. El aprovechamiento
ganadero se limita al ganado ovino en régimen extensivo, utilizando los
recursos forrajeros de barbechos y rastrojos. El manejo del ganado favorece la
diseminación por la zona de edificios, en uso o en ruina, que mantienen algunas
especies de carácter antropófilo. Igualmente, la ausencia total de manantiales
o corrientes de agua hace necesario, para abrevar el ganado, la construcción de
aljibes (especie de albercas que recogen agua de lluvia por escorrentía), que
son los únicos puntos de agua del área.
Biotopos estudiados
Con el fin de profundizar en la ecología de los
microartrópodos en los Monegros se han estudiado las poblaciones de colémbolos
en varios biotopos, tanto edáficos como epígeos, representativos de los
diferentes tipos de comunidades vegetales presentes en el paraje de
"Retuerta de Pina", en el municipio de Pina de Ebro (Zaragoza). La
vegetación típica es el sabinar característico de la asociación Juniperetum
phoenicio-thuriferae (Br.-Bl. & O. Bolòs) Rivas Martínez. El carácter
aclarado inherente a la estructura de este tipo de formaciones boscosas
(Álvarez, 1992), permite la presencia como sotobosque de diversas comunidades
vegetales que variarán en función de factores edáficos y de orientación,
apareciendo en las zonas aclaradas cuatro tipos de comunidades: matorrales más
o menos densos, gramíneas estépicas, comunidades nitrófilas y comunidades
halófilas.
Se han analizado las poblaciones de colémbolos edáficos
bajo 22 especies vegetales representativas de los diferentes tipos de
comunidades vegetales presentes en este sabinar y que se pueden agrupar en
cuatro clases fitosociológicas (Braun-Blanquet y Bolòs, 1957; Ochoa, 1982):
I. Lygeo-Stipetea Rivas Martínez, 1977. Incluye:
Gramíneas Estépicas de la alianza Agropyro Lygeion,
que suelen ocupar fondos de valle o base de laderas orientadas al norte,
siempre que exista un sustrato de suelo profundo; con: 1A. Salvia
lavandulifolia, 1B. Agropyrum spp., Lygeum spartum.
Comunidades Nitrófilas de la alianza Salsolo peganion,
que ocupan antiguos campos abandonados y lugares donde se acumula materia
orgánica, principalmente originada por ganado ovino y conejo, Oryctolagus
cuniculus (L.); con: 2A. Artemisia herba-alba, 2B. Salsola
vermiculata.
II. Arthrocnemetea Br.-Bl. & R.Tx., 1943.
Comunidades Halófilas de la alianza Suaedion verae,
que coloniza en la zona antiguos campos de cultivo salinizados; con: 3A.
Suaeda vera, 3B. Atriplex halimus, 3C. Frankenia thymifolia.
III. Ononido-Rosmarinetea Br.-Bl., 1947.
Son Matorrales más o menos densos de la alianza Gypsophilion
hispanicae (Br.-Bl.) Br.-Bl. & O. Bolòs. Se han estudiado:
4A. Gypsophila struthium.
Asociación Helianthemetum squamati, matorral
aclarado y ralo sobre suelos yesosos esqueléticos que ocupa vertientes y
cimas soleadas y secas en los cerros erosionados; con: 5A. Helianthemum
squamatum
Asociación Lepidietum subulati, asociación muy
pobre en especies que coloniza las pendientes de enclaves excepcionalmente
áridos, sobre polvo de yeso estabilizado por una costra liquénica; con: 6A.
Lepidium subulatum.
Asociación Ononidetum tridentatae, matorral denso y
vigoroso sobre suelos yesosos profundos; con: 7A. Ononis tridentata, 7B.
Rosmarinus officinalis, 7C. Thymus vulgaris, 7D. Lithodora
fruticosa, 7E. Santolina chamaecyparissus, 7F. Krasceninnikovia
ceratoides.
Asociación Ononidetum tridentatae, subasociación
Pinetosum halepensis, muestra un matorral más denso donde los árboles no
han desaparecido, tiene un carácter más montano ocupando por tanto las zonas
más elevadas del área; con: 8A. Pinus halepensis, 8B. Juniperus
phoenicea.
IV. Quercetea ilicis Br.-Bl., 1947.
Sabinar: es la vegetación típica de la región y
pertenece a la asociación Juniperetum phoenicio-thuriferae (Br.-Bl.
& O. Bolòs) Rivas Martínez. Se han estudiado: 9A. Ephedra nebrodensis,
9B. Quercus coccifera, 9C. Rhamnus lycioides, 9D. Juniperus
thurifera
Métodos de muestreo
Se han utilizado diferentes métodos de manera simultánea,
para muestrear las poblaciones de colémbolos, lo cual hace posible obtener una
imagen más completa de la biodiversidad tanto en el suelo como en superficie (Chagnon
et al., 2000):
Trampa Moericke. Se trata de un recipiente metálico,
amarillo por dentro y verde por fuera, de 60x60x10 cm colocado sobre un
soporte a una altura de 70 cm y rellenado con agua jabonosa. El período de
funcionamiento fue de mayo de 1990 a diciembre de 1991, con dos períodos,
agosto-septiembre de 1990 y julio-septiembre de 1991, en que fue retirada. La
trampa fue colocada en el típico Ononidetum tridentatae.
Platos de colores. Se utilizaron 25 recipientes de
plástico coloreado (9 amarillos, 8 azules y 8 blancos) de 26x16x4 cm
rellenados con agua jabonosa. Fueron usados desde febrero de 1990 hasta
diciembre de 1991, si bien sólo en este último año con regularidad una vez
por quincena y durante 24 horas. Se distribuyeron indistintamente por el área
de estudio muestreando todas las comunidades vegetales.
Trampa Malaise. Fueron usadas dos trampas Malaise de 189 cm
de largo, 121 cm de ancho y una altura de 206 a 183 cm. El líquido colector
fue alcohol al 70%. Estuvieron en funcionamiento desde septiembre de 1990
hasta diciembre de 1991, siendo ubicadas a una distancia de 23 metros en el Ononidetum
tridentatae.
Trampa de luz. Consiste en dos lámparas de 20W/10S (de luz
blanca y negra, respectivamente) alimentadas con una batería de 12V. Los
especímenes eran retirados directamente con un aspirador. Fue utilizada
regularmente desde primeros de enero hasta finales de diciembre de 1993,
agrupándose las capturas por quincenas. La exposición de la trampa por
quincena varió desde un mínimo de 6 horas hasta un máximo de 12, en
función de la luminosidad lunar o condicionamientos atmosféricos. Fue
ubicada indistintamente por toda la zona. Otros muestreos con trampa de luz
fueron realizados de forma puntual y no sistemática en fechas anteriores a la
expuesta. Se incluyen también en este apartado los ejemplares atraídos por
las luces del Hotel y/o Gasolinera del Ciervo, situados en el km 381 de la
N-II Madrid-Barcelona.
Trampas de caída. Se usaron 12 botellines de plástico de
14 cm de alto por 8 cm de ancho, con una abertura de 5 cm. Eran enterrados a
ras de superficie sin tapar la boca de entrada y cebados con cerveza (año
1991, en el Ononidetum tridentatae) y vinagre (año 1992, en el Agropyro-Lygeion).
Fueron colocados en fila a una distancia de 10 m uno de otro.
Barrido sobre plantas. Durante 1992, se manguearon una vez
por quincena, y desde enero hasta diciembre, un total de 21 especies
vegetales: el Agropyro-Lygeion, Artemisia herba-alba Asso, Atriplex
halimus L., Ephedra nebrodensis Tineo ex Guss., Genista scorpius
(L.)DC., Gypsophila struthium L. ssp. hispanica (Willk.) G.
López, Helianthemum squamatum (L.) Pers., Juniperus phoenicea
L., Juniperus thurifera L., Lithodora fruticosa (L.) Griseb
(sólo de abril a septiembre), Ononis tridentata L., Osyris alba
L., Pinus halepensis Miller, Quercus coccifera L., Retama
sphaerocarpa (L.) Boiss, Rhamnus lycioides L., Rosmarinus
officinalis L., Salsola vermiculata L., Santolina
chamaecyparissus L., Suaeda vera J.F. Gmelin y Tamarix
canariensis Willd. Con la misma frecuencia se han muestreado durante 1994,
Asparagus acutifolius L., Frankenia thymifolia Desf., Lepidium
subulatum L., Peganum harmala L. (de marzo a julio), Salvia
lavandulifolia Vahl. y Thymus vulgaris L.. Otras recolecciones
tuvieron lugar con anterioridad y posterioridad a la fecha expuesta sobre
estas especies, así como en otras plantas.
Trampa Wilkening. Se utilizaron 4 trampas construidas
según el modelo diseñado por Wilkening et al. (1981) y con unas
dimensiones de 34 cm de alto por 11 cm de ancho. Se colocaron en el interior
de las ramas de Juniperus phoenicea, Juniperus thurifera y Pinus
halepensis y entre matas de Rosmarinus officinalis,
respectivamente, durante enero a diciembre de 1992. En abril y mayo de 1994 se
volvió a utilizar esta técnica únicamente para muestrear Juniperus
thurifera.
Embudo Berlese. Se muestreó, una vez por estación
(invierno, verano y otoño en 1994, primavera en 1995), el suelo bajo 20
especies vegetales: el Agropyro-Lygeion, Artemisia herba-alba, Atriplex
halimus, Ephedra nebrodensis, Gypsophila struthium ssp. hispanica,
Helianthemum squamatum, Juniperus phoenicea, Juniperus
thurifera, Lithodora fruticosa, Ononis tridentata, Pinus
halepensis, Quercus coccifera, Rosmarinus officinalis, Salsola
vermiculata, Santolina chamaecyparissus, Suaeda vera, Frankenia
thymifolia, Salvia lavandulifolia y Thymus vulgaris. Se
tomaba una muestra superficial de suelo de un kilo de peso que se mantenía en
el embudo, sin luz, durante quince días.
Paralelamente se tomaba otra muestra de 4 kilos de peso que
se examinaba de "visu". Se utilizó el embudo Berlese, tanto
con muestras de suelo como con madera muerta y restos de varias especies
vegetales (Onopordum nervosum Boiss. y Onopordum corymbosum
Willk., principalmente) en algunas ocasiones, aunque sólo de forma
esporádica y no sistemática.
Igualmente, han aportado datos otros sistemas de muestreo
que o bien siendo sistemáticos no han resultado eficientes para este grupo,
como trampas de emergencia de frutos (de Juniperus thurifera, Juniperus
phoenicea y Retama sphaerocarpa), trampas de cebo con
carroña o trampas de intercepción de artrópodos en madrigueras de
conejo (Oryctolagus cuniculus), o no se han utilizado regularmente como
es el caso de la visita a edificios o aljibes y la prospección de piedras o
cortezas de Juniperus thurifera. Se incluirían igualmente aquí los
ejemplares localizados de "visu".
III. Las poblaciones de colémbolos
en Los Monegros
Modos de vida de los colémbolos en Los Monegros
En los Monegros, como en todas las regiones mediterráneas,
la sequedad estival es la principal fuerza selectiva que actúa sobre los
animales del suelo. Para paliar esta falta de humedad los colémbolos siguen
varias estrategias, que pueden observarse en las especies que viven en Los
Monegros:
1. Unas especies son capaces de sobrevivir durante
períodos más o menos largos de tiempo en estado de anhidrobiosis
(representantes de los géneros Pseudachorutes, Brachystomella y
Folsomides). Estos estados de anhidrobiosis se acompañan de
modificaciones morfológicas, así Brachystomella parvula (Fig. 1) y Pseudachorutes
parvulus (Fig. 2) muestran una coloración rojiza; las antenas se acortan
y quedan replegadas hacia cada lado de la cabeza; hay una compresión
longitudinal de los primeros segmentos del cuerpo, quedando el primer terguito
torácico oculto; la furca queda replegada hacia la cara ventral del abdomen y
las patas se recurvan hacia la línea media.
Figura 1. Aspecto de Brachystomella parvula
en anhidrobiosis.
Brachystomella parvula, habitus of a specimen in anhydrobiosis. |
Figura 2. Aspecto de Pseudachorutes parvulus
en anhidrobiosis.
Pseudachorutes parvulus, habitus of a specimen in anhydrobiosis. |
2. Otras especies presentan adaptaciones
morfológicas para reducir la transpiración de la superficie del cuerpo, como
son la presencia de escamas o una cubierta densa de pelos, unido a una intensa
pigmentación. Esto es típico de los Entomobriomorfos, como en los géneros Entomobrya,
Heteromurus, Lepido-cyrtus (Fig. 3) y Seira (Fig. 4), que son
especies epígeas características de los biotopos de Monegros.
Figura 3. Aspecto de Lepidocyrtus sp. Región anterior.
Lepidocyrtus sp., habitus of anterior region. |
Figura 4. Aspecto de Seira sp. Región
anterior.
Seira sp., habitus of anterior region. |
3. En otras especies se han desarrollado estructuras
cuticulares engrosadas en el sexto terguito abdominal, que han quedado fijadas
de tal modo que son características y definitorias de una especie o incluso
un género. Estas estructuras, que suponen una adaptación a los medios con
altas temperaturas y déficit hídrico, y que seguramente están relacionadas
con los fenómenos de ecomorfosis que muestran algunas especies de colémbolos
en climas templado-húmedos, las encontramos en las especies Anurophorus
racovitzai (Fig. 5) y Proctostephanus n. sp. (Fig. 6), ambas
típicas de regiones mediterráneas.
Figura 5. Anurophorus racovitzai.
Engrosamiento cuticular del sexto terguito abdominal.
Anurophorus racovitzai, cuticular ridges of the sixth abdominal
tergite. |
Figura 6. Proctostephanus n. sp. Corona
quitinosa característica del sexto terguito abdominal.
Proctostephanus n. sp., chitinous ring of the sixth abdominal
tergite. |
Los colémbolos se pueden clasificar en varias categorías
morfoecológicas, teniendo en cuanta a la vez su fisionomía y su asociación a
diferentes medios: los atmobios, típicos de la superficie del suelo o de las
plantas, tienen las antenas y la furca largas, pigmentación desarrollada y ocho
ojos a cada lado de la cabeza; los hemiedáficos presentan antenas moderadamente
largas y pigmento bien desarrollado; los euedáficos, característicos de las
capas profundas del suelo, tienen antenas cortas, furca y ojos reducidos o
ausentes, y carecen de pigmento o está reducido éste a los ojos. Los
hemiedáficos se subdividen en higrófilos, con el mucrón desarrollado y
viviendo en la superficie del agua o estrechamente ligados a ella, mesófilos,
con mucrón normal, pocas sedas con el ápice engrosado en los tibiotarsos y
habitando la parte superficial del suelo y el mantillo, y los xerófilos, que
poseen mucrón normal, numerosas sedas tibiotarsales con el ápice engrosado,
pigmentación muy densa y viven en musgos, líquenes y cortezas.
Figura 7. Distribución de las especies de
colémbolos por categorías morfoecológicas. a) Porcentajes en los
diferentes biotopos de la región de Monegros estudiada. b) Porcentajes en
el total de la región estudiada.
Life forms of Collembolan species. a) Life forms' percentage present in
each of the Monegros biotopes. b) Life forms' percentage present in the
whole studied area. |
La fauna de colémbolos de los Monegros está dominada por
los elementos hemiédaficos (54% de las especies), tanto mesófilos como
xerófilos. Destaca el bajo porcentaje de especies euedáficas (18%) y la mayor
proporción de atmobios (28%), mayoritariamente xerófilos (Fig. 7). Este gran
predominio y variedad de las especies con un modo de vida epigeo, sin duda está
relacionado con la gran biodiversidad que se encuentra en los estratos
herbáceo, muscinal y liquénico en estas zonas en las que predomina el
carácter abierto de la vegetación.
En los colémbolos que viven en Monegros la alimentación
coprófaga es la más frecuente, encontrándose en el tubo digestivo un bolo
alimentario compuesto por material fúngico -hifas y esporas más o menos
melanizadas y trituradas- íntimamente mezcladas con bacterias (Fig. 8 a).
Algunas especies, como Brachystomella parvula, parecen tener un régimen
alimentario micófago, encontrándose en su tubo digestivo material fúngico sin
bacterias (Fig. 8 b). Las especies epigeas de mayor tamaño, como Seira y
Entomobrya muestran comportamientos alimentarios coprófagos, con una
mayor frecuencia de esporas fúngicas en sus bolos alimentarios (Fig. 8 c) y
siendo frecuente la presencia de mudas propias o de otros microartrópodos (Fig.
8 d).
Composición faunística
En esta zona de los Monegros se han encontrado un total de 68
especies de colémbolos pertenecientes a 37 géneros (Arbea, 1999), lo cual
representa una biodiversidad elevada teniendo en cuenta que las condiciones
extremas de este ambiente, especialmente el estrés hídrico, no son a priori
favorables para la vida de los colémbolos. En los biotopos que nos interesan en
este trabajo, se han encontrado 57 especies de colémbolos, de las que diez
especies pueden considerarse representativas de la región, al estar presentes
en todas las clases fitosociológicas estudiadas (Tabla I). Estas diez especies
tienen un comportamiento marcadamente xerófilo o son capaces de resistir
períodos de altas temperaturas y baja humedad: tres especies son atmobias
xerófilas, Entomobrya sp., Sminthurus hispanicus y Spatulosminthurus
betschi; cuatro son hemiedáficas xerófilas, Xenylla brevisimilis
mediterranea, Xenylla maritima, Cryptopygus thermophilus y Lepidocyrtus
sp.; y tres son hemiedáficas mesófilas, Sphaeridia pumilis, que
sobrevive los períodos de sequía en estado de huevo, Brachystomella parvula
y Folsomides portucalensis, que son capaces de resistir períodos de
sequía entrando en anhidrobiosis.
De todos los biotopos estudiados es el Matorral el más
diversificado, con 10 especies exclusivas (Onychiurus sp. grupo minutus,
Folsomides n.sp., Isotomurus sp. grupo palustris, Pseudosinella
sp., Seira domestica, Seira cf. saxatilis, Boernerides
hystrix, Deuterosminthurus pallipes f. fenyesi, Fasciosminthurus
saportae y Sminthurinus aureus var. ochropus), seguido por el
Sabinar, con 6 (Xenylla franzi, Folsomia sp., Isotoma (Parisotoma)
notabilis, Isotomodes trisetosus, Proisotoma juaniae y Proctostephanus
n. sp.), las Comunidades Nitrófilas, con 5 (Xenyllogastrura steineri, Metaphorura
affinis, Protaphorura quercetana, Isotomodes subarmatus y Sminthurinus
cf. elegans) y las Comunidades Halófilas, con 3 (Ceratophysella
succinea, Protaphorura fimata y Friesea oligorhopala).
Figura 8. Alimentación de los colémbolos en los
Monegros. a) Cryptopygus thermophilus, hifas melanizadas muy
trituradas y bacterias. b) Brachystomella parvula, esporas
septadas muy digeridas. c) Entomobrya sp., esporas tabicadas y
bacterias; tricobotrio (tr). d) Entomobrya sp., muda de
artrópodo y bacterias.
Representatives of major categories of food from the gut of Collembolan
species. a) Cryptopygus thermophilus, melanized hyphae half-digested
and mixed with bacteria. b) Brachystomella parvula, fungal spores
very digested. c) Entomobrya sp., fungal spores mixed with
bacteria; bothriotrichia (tr). d) Entomobrya sp., arthopod mould
mixed with bacteria. |
Tabla I
Lista de especies y número total de individuos encontrados
en los biotopos de la región de Monegros estudiada. Para cada especie se indica
el tipo de distribución geográfica (DG), su clasificación morfoecológica
(MC) y la abreviatura utilizada en los análisis de correspondencias (ABR.).
"+" = especie encontrada en muestras diferentes a las analizadas.
List of Collembola from the Monegros Region. The
biogeographical type (DG), the life form (MC) and the abbreviation used in the
correspondence analysis (ABR.) for each species is indicated. "+" =
species found in different samples from the analyzed.
|
|
|
|
Gramíneas |
Nitrófilas |
Halófilas |
Matorral |
Sabinar |
ABR. |
|
DG |
CM |
1A |
1B |
2A |
2B |
3A |
3B |
3C |
4A |
5A |
6A |
7A |
7B |
7C |
7D |
7E |
7F |
8A |
8B |
9A |
9B |
9C |
9D |
|
HYPOGASTRURIDAE |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
csu |
Ceratophysella succinea |
Ec |
Hm |
- |
- |
- |
- |
- |
15 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
cin |
Choreutinula inermis |
P |
Hm |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
20 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
1 |
hve |
Hypogastrura vernalis |
P |
Hm |
- |
- |
1 |
16 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
4 |
- |
- |
12 |
sun |
Schoettella ununguiculata |
H |
Hm |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
+ |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
22 |
xbm |
Xenylla brevisimilis mediterranea |
MA |
Hx |
- |
- |
6 |
- |
- |
1 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
23 |
- |
- |
- |
4 |
19 |
xfr |
Xenylla franzi |
Ib |
Hx |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
19 |
xma |
Xenylla maritima |
C |
Hx |
5 |
7 |
3 |
26 |
26 |
2 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
4 |
- |
- |
- |
- |
10 |
xoc |
Xenyllogastrura octoculata |
Ib |
Hm |
- |
- |
2 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
4 |
xst |
Xenyllogastrura steineri |
Ib |
E |
- |
- |
2 |
4 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
|
ONYCHIURIDAE |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
mit |
Mesaphorura italica |
E |
E |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
4 |
- |
- |
- |
- |
2 |
mma |
Mesaphorura macrochaeta |
C |
E |
- |
- |
- |
- |
1 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
5 |
maf |
Metaphorura affinis |
P |
E |
- |
- |
- |
10 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
omi |
Onychiurus sp. grupo minutus |
En |
E |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
1 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
pfi |
Protaphorura fimata |
E |
E |
- |
- |
- |
- |
- |
8 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
pne |
Protaphorura nemorata |
E |
E |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
3 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
2 |
pqu |
Protaphorura quercetana |
Ib |
E |
- |
- |
- |
24 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
|
NEANURIDAE |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
bpa |
Brachystomella parvula |
C |
Hm |
5 |
1 |
2 |
- |
1 |
- |
- |
4 |
26 |
12 |
54 |
12 |
2 |
30 |
2 |
18 |
- |
- |
- |
23 |
- |
70 |
fol |
Friesea oligorhopala |
H |
Hm |
- |
- |
- |
- |
- |
10 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
pco |
Pseudachorutes corticicolus |
H |
Hm |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
3 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
3 |
ppa |
Pseudachorutes parvulus |
H |
Hm |
- |
- |
1 |
14 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
6 |
- |
- |
1 |
- |
1 |
- |
- |
- |
- |
8 |
ppl |
Pseudachorutes plurichaetosus |
Ib |
Hx |
- |
- |
- |
10 |
- |
6 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
|
ISOTOMIDAE |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
ara |
Anurophorus racovitzai |
Ec |
Hx |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
1 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
2 |
cth |
Cryptopygus thermophilus |
C |
Hx |
29 |
- |
7 |
5 |
4 |
25 |
- |
10 |
- |
- |
- |
28 |
- |
- |
- |
- |
2 |
13 |
7 |
2 |
- |
51 |
fos |
Folsomia sp. |
En |
Hm |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
1 |
fpo |
Folsomides portucalensis |
Ib |
Hm |
14 |
1 |
11 |
- |
- |
- |
27 |
- |
- |
2 |
- |
- |
- |
4 |
- |
- |
- |
- |
- |
5 |
- |
12 |
fsp |
Folsomides n.sp. |
En |
Hm |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
104 |
- |
- |
- |
- |
- |
2 |
- |
1 |
1 |
- |
- |
- |
- |
ids |
Isotoma (Desoria) sp. |
En |
Hm |
- |
- |
1 |
- |
- |
14 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
ino |
Isotoma (Parisotoma) notabilis |
C |
Hm |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
7 |
isu |
Isotomodes subarmatus |
Ib |
E |
- |
- |
- |
2 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
itr |
Isotomodes trisetosus |
C |
E |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
4 |
- |
- |
- |
isp |
Isotomurus sp. grupo palustris |
En |
Am |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
4 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
pju |
Proisotoma juaniae |
Ib |
Hm |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
5 |
- |
- |
12 |
prs |
Proctostephanus n.sp. |
En |
Hx |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
23 |
|
ENTOMOBRYIDAE |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
eat |
Entomobrya atrocincta |
C |
Ax |
- |
- |
- |
1 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
1 |
emu |
Entomobrya multifasciata |
H |
Am |
1 |
- |
- |
8 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
2 |
- |
- |
1 |
- |
4 |
esp |
Entomobrya sp. |
En |
Ax |
1 |
2 |
2 |
- |
1 |
4 |
1 |
2 |
1 |
1 |
1 |
- |
1 |
1 |
- |
- |
- |
2 |
- |
- |
- |
- |
hma |
Heteromurus major |
C |
Am |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
+ |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
217 |
hsp |
Heteromurus sp. |
En |
Ax |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
4 |
- |
5 |
- |
- |
lsp |
Lepidocyrtus sp. |
En |
Hx |
4 |
1 |
8 |
10 |
2 |
1 |
- |
2 |
- |
- |
- |
10 |
- |
- |
- |
- |
20 |
- |
- |
4 |
- |
8 |
phe |
Pseudosinella helenae |
Ib |
Hm |
- |
- |
- |
- |
- |
1 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
1 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
psp |
Pseudosinella sp. |
En |
Hm |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
2 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
sdo |
Seira domestica |
C |
Am |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
+ |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
ssa |
Seira cf. saxatilis |
Ec |
Ax |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
1 |
- |
- |
- |
- |
- |
ssp |
Seira sp. |
En |
Ax |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
|
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
1 |
- |
- |
- |
1 |
|
SYMPHYPLEONA |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
bhy |
Boernerides hystrix |
MA |
Hm |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
1 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
bpr |
Bourletiella (C.) pruinosa |
MA |
Ax |
- |
4 |
3 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
1 |
- |
- |
- |
1 |
1 |
1 |
- |
- |
- |
- |
bcr |
Bourletiella (C.) cruciata |
Ec |
Ax |
- |
- |
- |
- |
- |
3 |
2 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
2 |
1 |
- |
- |
- |
- |
- |
dpf |
Deuterosminthurus pallipes f. fenyesi |
Ec |
Ax |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
1 |
1 |
- |
1 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
1 |
- |
- |
- |
- |
fsa |
Fasciosminthurus saportae |
Ib |
Ax |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
1 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
1 |
1 |
- |
- |
- |
- |
- |
sal |
Sminthurinus alpinus |
Ec |
Hx |
- |
- |
- |
- |
1 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
1 |
- |
- |
- |
- |
1 |
sau |
Sminthurinus aureus var. ochropus |
P |
Hx |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
4 |
2 |
- |
- |
- |
- |
- |
1 |
- |
- |
- |
- |
sel |
Sminthurinus cf. elegans |
H |
Hx |
- |
- |
- |
10 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
1 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
shi |
Sminthurus hispanicus |
Ib |
Ax |
1 |
1 |
1 |
1 |
- |
- |
- |
1 |
1 |
1 |
1 |
1 |
- |
- |
- |
3 |
1 |
- |
1 |
1 |
- |
1 |
svi |
Sminthurus viridis |
C |
Am |
- |
- |
1 |
1 |
1 |
1 |
- |
1 |
1 |
- |
1 |
- |
- |
- |
1 |
- |
1 |
1 |
- |
- |
- |
- |
sbe |
Spatulosminthurus betschi |
Ib |
Ax |
- |
1 |
1 |
- |
- |
1 |
- |
- |
- |
- |
1 |
1 |
- |
- |
- |
- |
- |
1 |
1 |
1 |
- |
1 |
spu |
Sphaeridia pumilis |
H |
Hm |
- |
- |
- |
4 |
- |
- |
- |
3 |
1 |
- |
3 |
- |
- |
- |
- |
- |
1 |
- |
- |
- |
- |
1 |
stv |
Stenacidia violacea |
H |
Hm |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
3 |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
- |
1 |
- |
- |
- |
- |
6 |
|
Nº EJEMPLARES |
|
|
60 |
18 |
52 |
146 |
37 |
92 |
30 |
28 |
142 |
16 |
67 |
85 |
4 |
38 |
7 |
25 |
66 |
26 |
22 |
42 |
4 |
268 |
|
Nº ESPECIES |
|
|
8 |
8 |
16 |
16 |
8 |
14 |
3 |
10 |
10 |
4 |
9 |
10 |
3 |
5 |
5 |
5 |
17 |
10 |
6 |
8 |
1 |
27 |
|
RIQUEZA |
|
|
1,7 |
2,4 |
3,8 |
3,0 |
1,9 |
2,9 |
0,6 |
2,7 |
1,8 |
1,1 |
1,9 |
2,0 |
1,4 |
1,1 |
2,1 |
1,2 |
3,8 |
2,8 |
1,6 |
1,9 |
0,0 |
4,7 |
|
DIVERSIDAD |
|
|
1,5 |
1,8 |
2,4 |
2,4 |
1,1 |
2,1 |
0,4 |
2,0 |
0,9 |
0,8 |
0,9 |
1,8 |
1,0 |
0,8 |
1,6 |
1,0 |
2,0 |
1,7 |
1,6 |
1,5 |
0,0 |
2,5 |
|
UNIFORMIDAD |
|
|
0,7 |
0,8 |
0,9 |
0,9 |
0,6 |
0,8 |
0,4 |
0,9 |
0,4 |
0,6 |
0,4 |
0,8 |
1,0 |
0,5 |
1,0 |
0,6 |
0,7 |
0,7 |
0,9 |
0,7 |
0,0 |
0,8 |
|
DOMINANCIA |
|
|
0,3 |
0,2 |
0,1 |
0,1 |
0,5 |
0,2 |
0,8 |
0,2 |
0,6 |
0,6 |
0,7 |
0,2 |
0,4 |
0,6 |
0,2 |
0,5 |
0,2 |
0,3 |
0,2 |
0,3 |
1,0 |
0,1 |
DG: C=cosmopolita; E=europea; Ec=circunmediterránea;
En=endémica; H=holártica; Ib=ibérica; MA= mediterráneo-atlántica; P=paleártica.
CM: Am=atmobia mesófila; Ax=atmóbia xerófila; E=euedáfica;
Hm=hemiedáfica mesófila; Hx=hemiedáfica xerófila.
Tanto el número de ejemplares como el número de especies
presentan cambios notables a lo largo del año (Fig. 9). Las poblaciones son
mucho mayores en Otoño e Invierno, mientras que durante el Verano, los
colémbolos desaparecen prácticamente de casi todos los biotopos, o al menos no
están en un estado fisiológico activo que permita su captura con los métodos
de extracción y trampeo utilizados.
Figura 9. Variación estacional del número de
individuos (a) y del número de especies (b) en los diferentes biotopos
de la región de Monegros estudiada. P, primavera; V, verano; O, otoño;
I, invierno.
Seasonal changes of the number of specimens (a) and of the number of
species (b) in each of the biotopes from the studied area. P, spring; V,
summer; O, autumn; I, winter. |
Biodiversidad
Con el fin de comparar la estructura de las poblaciones de
colémbolos en los distintos biotopos se ha calculado la diversidad según
Shannon & Weaver, H' = – 3Pi ln Pi, y la Riqueza según
Margalef, R = S–1/ln N; donde Pi es la abundancia de la especie i
en el biotopo considerado, S es el número de especies, y N es el número de
individuos.
Los valores de diversidad y riqueza de las poblaciones de
colémbolos están muy relacionados con la cobertura vegetal de los biotopos en
los que viven. Se pueden distinguir dos grandes grupos de biotopos según su
diversidad específica (Fig 10):
Figura 10. Valores de la diversidad específica
según Shannon & Weaver (a) y de la Riqueza específica según
Margalef (b) en los diferentes biotopos de la región de Monegros
estudiada.
Comparison of diversity by Shannon-Weaver index (a) and species richness
by Margalef index (b) in each of the biotopes from the studied area. |
1. Biotopos con una escasa cobertura vegetal, desde
herbáceas hasta matorrales enanos, con valores de H' comprendidos entre 0,0 y
1,0, y valores de R inferiores a 1,5. Se incluyen aquí Frankenia
thymifolia dentro de las comunidades halófilas, los matorrales enanos de Lepidium
subulatum, Thymus vulgaris, Lithodora fruticosa, Krasceninnikovia
ceratoides dentro del matorral de Gypsophilion hispanicae, y
Rhamnus lycioides dentro del sabinar.
2. Biotopos con una gran cobertura vegetal, desde
submatorrales hasta árboles, con valores de H' comprendidos entre 1 y 2,5, y
valores de R entre 1,5 y 5,0. Se incluyen aquí los restantes biotopos
estudiados.
Relación entre los diferentes biotopos monegrinos en
función de sus poblaciones de colémbolos
Para determinar los agrupamientos de los biotopos en función
de sus perfiles faunísticos se realiza un análisis factorial de
correspondencias que permite una representación objetiva del cuadro de
contingencia (especies x biotopos). Las afinidades entre los biotopos y los
agrupamientos que de ellas se derivan se han establecido comparando los biotopos
dos a dos y calculando el coeficiente de similaridad de Jaccard: J = Nab/(Na+Nb-Nab),
donde Nab es el número de especies comunes a los dos biotopos; Na y Nb son el
número de especies de cada uno de los biotopos que se comparan. A partir de la
matriz de similaridad entre los biotopos construimos la jerarquía
correspondiente que se representa por un dendrograma. Para obtener la jerarquía
hemos utilizado el método UPGMA.
En la figura 11 se representan los resultados del análisis
factorial de correspondencias efectuado sobre las especies presentes en los
biotopos estudiados (Tabla I). Los dos primeros ejes del análisis factorial de
correspondencias explican el 32% del total de la varianza, y reflejan lo más
importante de la estructura biocenótica de las poblaciones de colémbolos.
Figura 11. Análisis factorial de
correspondencias. Representación de los biotopos y las especies según
los dos primeros ejes. Datos según la Tabla I.
Correspondence analysis. Simultaneous representation of biotopes and
species according to the two first axes. Data according to Table I. |
El eje 1 (20% de la varianza) separa las comunidades más
degradadas en los valores negativos: encontramos aquí los biotopos herbáceos o
de submatorral correspondientes a las gramíneas estépicas (1A, 1B), las
comunidades nitrófilas (2A, 2B) y las comunidades halófilas (3A, 3B, 3C),
junto con las especies de colémbolos características de estos biotopos. En los
valores más positivos del eje 1 aparecen los biotopos de matorral (4A - 8B) y
de sabinar (9A, 9B, 9C).
En el dendrograma correspondiente a la clasificación
jerárquica de los biotopos, construido en base al índice de similaridad de
Jaccard, se observan tres grandes agrupamientos (Fig. 12):
1. Incluye la gramíneas estépicas, las comunidades
nitrófilas, los dos biotopos halófilos más diversificados (Suaeda vera
y Atriplex halinus), junto con algunos biotopos de Ononidetum (Rosmarinus
officinalis y Pinus halepensis) y Quercus coccifera y Juniperus
thurifera.
2. Incluye los matorrales de Ononidetum más
diversificados (Gypsophila struthium, Ononis tridentata, Helianthemum
squamatum y Juniperus phoenicea) junto con Ephedra nebrodensis.
3. Incluye los matorrales de Ononidetum más
pobres en especies (Lepidium subulatum, Lithodora fruticosa, Thymus
vulgaris, Krasceninnikovia ceratoides y Santolina
chamaecyparissus) junto a otros biotopos, tambien muy pobres
específicamente, de Frankenia thymifolia y Rhamnus lycioides.
Figura 12. Dendrograma correspondiente a la
clasificación jerárquica de los biotopos según la similaridad de
Jaccard. Datos según la Tabla I.
Dendrogram based on a biotopes cluster analysis using Jaccard's
similarity coefficient. Data according to Table I. |
Estas relaciones entre las diferentes poblaciones
colembológicas asociadas a cada comunidad vegetal se ven más claramente si
agrupamos las especies que aparecen en cada una de las cinco comunidad
fitosociológicas: sabinar, matorral, gramíneas estépicas, comunidades
nitrófilas y comunidades halófilas. Al realizar un análisis factorial de
correspondencias y una clasificación jerárquica de similaridad faunística
según Jaccard a los datos reelaborados de esta forma se obtienen los resultados
representados en las figuras 13 y 14. De estos resultados podemos concluir que,
de acuerdo a sus poblaciones de colémbolos, se distinguen dos tipos de
comunidades claramente diferenciadas faunísticamente y que se corresponden con
una diferente cobertura vegetal y un distinto grado de degradación del medio
natural. Por un lado están los biotopos con mayor cobertura vegetal del sabinar
y el matorral, que presentan una similaridad faunística muy alta, y por otro
lado las comunidades más degradadas, y con una cobertura vegetal menor, de
gramíneas estépicas y biotopos nitrófilos y halófilos; estos tres tipos de
medios son más diversos y presentan una menor similaridad faunística entre
ellos, aunque faunísticamente se parecen más entre sí que a los dos primeros.
Figura 13. Análisis factorial de
correspondencias. Representación de las especies presentes en las cinco
comunidades fitosociológicas comprendidas en el área de estudio,
según los dos primeros ejes (explicación en el texto).
Correspondence analysis. Simultaneous representation of
phytosociological communities and species according to the two first
axes (Explanation in the text). |
Figura 14. Dendrograma correspondiente a la
clasificación jerárquica de los biotopos según la similaridad
faunística de Jaccard. Datos según la Fig. 13.
Dendrogram based on a biotopes cluster analysis using Jaccard's
similarity coefficient. Data according to Fig. 13. |
Esta separación observada entre los diferentes biotopos
estudiados se evidencia tambien al analizar la similaridad entre las especies.
La clasificación jerárquica de las 57 especies de colémbolos, con objeto de
observar las afinidades entre las especies de colémbolos que viven en la
región, ha proporcionado el dendrograma representado en la figura 15. Al nivel
de similaridad de 0,50 aparecen formados 12 grupos de especies. Dos de ellos
(grupos A y B) comprenden las 14 especies características de la región de
Monegros estudiada. Otros dos (grupos D y E) incluyen las 10 especies exclusivas
del matorral. Los grupos G, K y L corresponden a las especies exclusivas del
sabinar, comunidades halófilas y comunidades nitrófilas, respectivamente. Las
restantes especies de colémbolos, que se encuentran en varios biotopos, quedan
distribuidas por los otros grupos del análisis (grupos C, F, H, I, J).
Figura 15. Dendrograma correspondiente a la
clasificación jerárquica de las especies según la similaridad
faunística de Jaccard. Se indican los grupos de especies
características de cada comunidad vegetal.
Dendrogram based on species cluster analysis using Jaccard's similarity
coefficient. The groups of characteristic species of each
phytosociological community are indicated (Explanation in the text). |
Distribución biogeográfica
Al analizar la distribución biogeográfica de los
colémbolos de La Retuerta de Pina destaca el elevado número de especies
endémicas (Fig. 16). El 39 % de las especies son endémicas de la Península
Ibérica o del Sur de Francia (distribución íberoprovenzal), constituyendo la
mayor parte de ellas endemismos de la depresión del Ebro.
Figura 16. Espectro de repartición biogeográfica
de las especies de colémbolos de la región de Monegros estudiada.
Percentage of the number of Collembolan species of every biogeographical
type in the whole studied area from the Monegros Region. |
1. Amplia distribución (cosmopolita o
subcosmopolita): 10 especies (17 %).
2. Holárticas: 8 especies (14 %). Es destacable la
presencia de Xenylla humicola (Fabricius, 1780) y Schoettella
ununguiculata (Tullberg, 1869) por ser especies raras en la península
Ibérica.
3. Paleárticas: 4 especies (7 %). De ellas Choreutinula
inermis (Tullberg, 1871) es rara en la Península.
4. Europeas: 12 especies (21 %) distribuidas
preferentemente en las regiones meridionales. De ellas destacan seis especies
por su rareza en la fauna ibérica: Seira cf. saxatilis (Carl, 1899), Bourletiella
cruciata (Haybach, 1972), Sminthurinus alpinus Gisin, 1953 y Deuterosminthurus
pallipes fenyesi (Stach, 1926) con una distribución circummediterránea
(Europa y Norte de África, Boernerides hystrix (Börner, 1903) y
Bourletiella pruinosa (Tullberg, 1871) que presenta una distribución
Mediterráneo-Atlántico.
5. Endémicas: 23 especies (40 %) que se han
encontrado sólo en la península Ibérica y, algunas de ellas, en el Sur de
Francia. Estas especies las podemos agrupar en cinco categorías según su
grado de endemismo:
a. Endémicas Peninsulares: 3 especies: Xenylla
franzi Steiner, 1955, Xenyllogastrura octoculata (Steiner, 1955) y Proisotoma
juaniae Luciañez y Simón, 1992.
b. Endémicas de la Depresión del Ebro (de Navarra
a Barcelona): Sminthurus hispanicus Nayrolles, 1995.
c. Endémicas de la Depresión del Ebro (de Navarra
a Zaragoza): seis especies: Xenyllogastrura steineri Jordana y Arbea,
1992, Pseudachorutes plurichaetosus Arbea y Jordana, 1991, Folsomides
n. sp., Isotomodes subarmatus Jordana y Arbea, 1990, Pseudosinella
helenae Arbea y Jordana, 1990 y Heteromurus n. sp.
d. Endémicas de la Depresión del Ebro (de Zaragoza
a Barcelona): 4 especies: Protaphorura quercetana Mateos Frías y Arbea,
1986, Anurophorus racovitzai Denis, 1932, Fasciosminthurus cf. saportae
Nayrolles, 1996 y Spatulosminthurus betschi Nayrolles, 1990.
e. Endémicas de La Retuerta de Pina: 8 especies: Onychiurus
sp. grupo de O. minutus Denis, 1932, Proctostephanus n. sp., Seira
n. sp., Cyphoda n. sp., Bourletiella sp. 1, Fasciosminthurus
sp. A, F. sp. B, F. sp. C. Es de destacar la presencia de Cyphoda
Delamare Deboutteville, 1948, género distribuido por África, Asia, Europa
(Creta) y Australia, y que sólamente había sido citado hasta ahora en una
ocasión para la Península Ibérica, en pinares de la Sierra de Gredos
(Mateos y Selga, 1991).
Conclusiones
Podemos concluir que la fauna de colémbolos de los Monegros
es fuertemente diversificada y singular, máxime cuando sólo se ha estudiado
una pequeña fracción de la región, La Retuerta de Pina. Su singularidad viene
avalada por el gran número de nuevas especies y de especies endémicas o raras.
El porcentaje de endemismos es muy superior al de otras regiones de la
Península. Así, estudiando la fauna de Colémbolos de áreas consideradas como
fuertemente endémicas, Gama et al. (1997) encuentran un porcentaje del
11% de especies endémicas en el Sur de Portugal; estos porcentajes de endemismo
son mayores en bosques de los Pirineos, oscilando entre el 21% y el 32% (Deharveng,
1996), mientras que, como ya hemos dicho, en La Retuerta de Pina el porcentaje
de especies endémicas representa el 39%. Esta tasa de endemicidad es muy
superior a la de otras regiones de clima mediterráneo, y es tan sólo
comparable a la fauna de colémbolos insular y del mediterráneo oriental (Poinsot-Balaguer,
1984). Por lo tanto, podemos situar a Los Monegros entre las "zonas
calientes" de la biodiversidad europea, con un elevado valor biológico
debido al rico componente endémico de su biocenosis. Considerando que la fauna
endémica representa uno de los elementos de mayor valor desde una perspectiva
conservacionista, por ser el elemento más vulnerable, creemos que la región de
Los Monegros merece una atención particular y debe ser considerada como
prioritaria dentro de los planes de conservación de la naturaleza, con el fin
de evitar la pérdida local de diversidad biológica.
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